Encantada

cinco

—¡oh vamoooos! —- exclamó Yoo en cuanto escuchó la canción que se venía, no podía creerlo, no en lo absoluto, justo tuvo que levantarse a bailar esa canción. Nayeon la miró con el ceño fruncido, no entendía bien que era lo que pasaba, y como bien sabemos, Nayeon no era alguien que se quedara con la duda. Así que ni tarde, ni perezosa preguntó.

—- ¿No te gusta la canción?-— Jeongyeon salió de su ensoñación y la miró, la mirada de Im reflejaba curiosidad y la de Jeongyeon un nuevo viaje a su historia, los recuerdos que por raro que parecieran, ya no dolían más, es como si simplemente los hubieran sacado de su pecho y enterrarlos para darles sepultura, era raro porque en menos de una hora estaba sintiendo todo eso, es como si simplemente Jihyo nunca existió en su corazón, pero bueno, el tiempo es relativo ¿No? Y no hay una estimación de tiempo para borrar a alguien de tu vida, no es como que alguien lo haya estipulado y este escrito en papel, que por cada mes de relación, sean dos de lamentación, eso era ridículo e imposible.

Porque bien podemos extrañar alguien con quién anduvimos una semana, y tu lamentación sea de dos meses o tres años, tanto como puedes olvidar a alguien a quien quisiste por mucho tiempo, en horas, la relatividad del tiempo es fantástica y nadie te puede decir algo por no estipular a las reglas del olvido.

En este caso, por más recuerdos que le llegarán, de algo que ciertamente le lastimó al pensarlo antes, ahora no eran más que recuerdos, recuerdos de sensación vagamente ya vividas.

—- bromeas, es One Direction, mujer, como no me va a gustar One Direction -— era verdad, Jeongyeon amaba a esa boyband desde pequeña y es que en ese momento comenzó a sonar Stole my Heart, una canción que le gustaba mucho, y sobre todo, le recordaba a tardes, en su casa, tirada en el suelo, con un Jihyo joven cantando a todo pulmón, porque solo ahí podía ser la Jihyo que era verdaderame. ¡Ah qué tiempos!, tiempo que ya ninguna de las dos necesitaba.

—- joder, que buenos gustos tiene este novio -— comenzó a moverse al ritmo de la canción y cerró los ojos disfrutando de la canción pegajosa, digamos que esa canción era de las que más se disfrutaban de todas las canciones de One Direction y nadie podía decir lo contrario. Jeongyeon aún cohibida comenzó a moverse con delicadeza, tratando de dejarse llevar.

-— oh, no, estoy seguro que él no agregó esa canción al playlist—- aseguró Jeongyeon dando brinquitos como la demás gente, esta de más decir que Nayeon no estaba bailando como los demás y la mujer se estaba creando una coreografía y todo.

-—¿Cómo estás tan segura?—-Jeongyeon siguió moviéndose casi de forma vergonzosa, pero toda la gente se movía de esa forma y quien era ella para no seguir la corriente.

—- porque esa es su canción favorita.—- le dijo con complicidad, casi como si fuera un secreto de estado.

—-¿Qué? ¿Enserio?—- la muy maldita tenía buenos gustos, hasta en canciones de One Direction.