Prólogo

715 79 99
                                    

Estados UnidosBase Militar de Washington, D

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Estados Unidos
Base Militar de Washington, D.C

Un golpe, tras otro, tras otro. Sentía sus nudillos doler dentro de su guante, pero no le tomaba mucha importancia, puesto que estaba descargando toda su ira sobre aquel saco de boxeo, siendo observada por su mejor amiga quien la miraba preocupada. Sabía perfectamente de sus ataques de ira que los militares aprovechaban para explotar, pero esto era enfermo para ella, ya que la rabia acumulada dentro de su cuerpo en algún momento detonaría.

— Vanesa, es suficiente — le advirtió, la nombrada deteniéndose. Volteó a mirarla con el ceño fruncido — Quítate los guantes, y ponte hielo en los nudillos —

La de cabello azabache bufó claramente exhausta por el esfuerzo empleado en aquel entrenamiento rudo. Según el reloj inteligente en su muñeca que marcaba las aceleradas pulsaciones de su corazón, le indicaba que había pasado una hora desde que comenzó el entrenamiento diario. Se acercó a la banquilla de madera, tomando asiento pesadamente, dejándose caer sobre la superficie con cansancio.

Sus brazos y piernas temblaban suavemente, no solo por boxear. Suele comenzar con un trote suave de 8 kilómetros por los alrededores de aquella base, luego combate pecho a pecho con ayuda de un cadete asignado, práctica de puntería, práctica de escape arrastrándose por el suelo bajo alambres de púas, práctica de escalado, terminando en una larga sesión de boxeo junto a su amiga Charlotte.

— Tranquila, no necesito hielo — hizo un ademán con su mano para que le restara importancia, luego dedicándose a desabrochar los guantes, liberando sus manos doloridas y con ligeros tonos rojizos en sus nudillos. — ¿qué tal eh? —

— Bueno, en la practica de combate con el cadete Miller pude ver que haz mejorado bastante la reacción de esquivar ataques — se sinceró, dándole una pequeña sonrisa a la escocesa — Pero en práctica de huida haz tenido muchos problemas, tu trasero es demasiado grande —

— Lo sé, las púas me estaban rasgando el culo — ambas rieron al recordar el momento en el que su pantalón se atascó entre los alambres y el Coronel junto a tres cadetes tuvieron que socorrerla para sacarla de ahí — Qué vergüenza —

— Ese es el tipo de problemas que me gustaría tener — bromeó la pelirroja, cruzándose de brazos, con cierto tono burlón, sacándole una sonrisa a su amiga —

— Creo que incluso tengo que comprar otro pantalón, seguramente tengo hoyuelos en el culo — su amiga pelirroja rió un poco, negando con la cabeza —

— Te he visto boxeando, no tienes ningún hoyo en el culo, no otro más del que tienes por naturaleza — Vanesa soltó una carcajada que llamó la atención de otros agentes que se dedicaban a ejercitarse tranquilamente, su amiga cubriéndole la boca con fuerza para que se callara, ahora ambas riendo por lo bajo —

— ¿vamos a buscar algo de comer? — Preguntó una vez cesaron sus risas, limpiando una lagrimilla que se le había escapado —

— Me parece bien, necesito recuperar las energías — asintió ante su propuesta, levantándose de la banca, pero rápidamente sintiendo una punzada en el músculo de su pantorrilla que la hizo quejarse por lo bajo —

Daddy Issues - John PriceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora