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Capítulo uno:Primera mirada

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Capítulo uno:
Primera mirada

El fuerte sol de Washington se comenzaba a asomar y hacer presencia en aquella calurosa base en la capital de Estados Unidos. Sin importarle mucho y sin preocuparse de nada, Vanesa se encontraba enrollada entre las sábanas blancas de su dormitorio, durmiendo plácidamente, en una posición muy extraña, su melena azabache dispersada por toda la almohada, con su boca abierta e incluso babeando un poco.

Para su mala suerte, el sol comenzó a colarse por su ventana, haciendo que la habitación entre en calor rápidamente. Y para empeorar aún más su mala suerte, su reloj despertador comenzó a sonar con fuerza, creando un escándalo insoportable en la callada habitación donde sólo se escuchaban sus pequeños ronquidos.

Su sueño pesado no le dejaba ni siquiera inmutarse ante el escándalo que ocurría en la habitación, escándalo al cual se había sumado la alarma de su móvil.

Por fin, como si hubiera estado muerta todo este tiempo, se removió entre las sábanas, y al escuchar el escándalo fruncir su ceño e insultar por lo bajo a todos, estirando su brazo para apagar ambas alarmas.

— Cinco minutos.. cinco minutos.. — murmuró para ella misma, arrastrando las palabras ya que estaba en ese estado entre estar dormida y despierta, volviendo a caer en brazos de morfeo. —

Lo que no recordaba, es que las alarmas estaban activadas ya que a esa hora partiría junto con su nueva jefa hacia México. Las consecuencias vendrían luego, por ahora no tenía ninguna preocupación más que seguir durmiendo.

Claramente estaba tan adormilada al punto de no recordar que la agente Laswell le comunicó el día anterior que el horario de el vuelo se había cambiado a horas de la mañana, ya que el piloto no estaría disponible durante el transcurso de el atardecer por temas personales.

Media hora luego, dio un brinco en su cama ante unos fuertes golpes en la puerta de su habitación, tan fuertes que llegaron a interrumpir su sueño pesado, parecía que querían derribar aquella puerta en vez de tocarla.

Saltó de la cama con rapidez, asustándose al ver la hora, se supone que en veinte minutos estaría volando lejos de terreno americano, y ahí estaba, en Pijama de conejos y recién despierta. Se apresuró descalza hacia la puerta, abriéndola para encontrarse a una sonriente Charlotte, la cual borró su sonrisa al ver el estado de su amiga.

— ¿Por qué despiertas apenas? — preguntó confundida, sosteniendo dos cafés entre sus manos como todas las mañanas que pasaba a buscar a su amiga a su habitación —

— Pasa rápido — murmuró al escuchar voces masculinas por el pasillo, cerrando la puerta con rapidez una vez su amiga entró, evitando que los soldados que se paseaban por ahí la vean en su pijama — Tengo muchas cosas que explicarte, pero tengo que hacer valijas — dijo con rapidez —

Daddy Issues - John PriceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora