Capítulo 26. Las despedidas no siempre son tristes.

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En verano, Spreen siente que se está sofocando todo el tiempo —Tal vez por eso tu mal humor, mi amor— dice Quackity con esa bonita boquita y Spreen diría "vete a la mierda, hijo de puta"

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En verano, Spreen siente que se está sofocando todo el tiempo —Tal vez por eso tu mal humor, mi amor— dice Quackity con esa bonita boquita y Spreen diría "vete a la mierda, hijo de puta". El calor se vuelve insoportable y lo deja derritiéndose como un cono de helado bajo el sol abrasador. Él detesta absolutamente sudar, pero para evitarlo necesitas aire acondicionado, del cual tampoco es el mayor fanático porque no hay un punto medio feliz con eso, y él está ardiendo o helado —son las hormonas, mi amor— diría su encantador novio pero irritante como lo guapo que es. Y Spreen le respondería: "¡Una mamada no te hará nada!" Entonces tal vez Luzu lo golpee con esa bonita cerámica del departamento y Roier haga un exagerado y poco varonil gritito, muy hipócrita por si se lo preguntas a Spreen, ese tipo es una verdadera puta de la polla de Vegetta. Divagó.

Luego está el hecho de que sus pequeños rincones al aire libre se llenan de gente que no tiene nada más que tiempo libre en sus manos. Ocupan sus centros relajantes (—Spring, se llaman spa's—) favoritos y llenan el parque donde en cualquier otra época del año puede encontrar un lugar reservado y tranquilo para relajarse. Esto lo deja sin muchas ganas de aventurarse a ningún lado.

Los días a veces pasan en un borrón. Dado que no está en el campus y tiene básicamente cero responsabilidades como un joven de veinte años, lo usa como excusa para hacer lo que quiera.

A menudo lo que hacía era ser un costal maloliente y vago en el departamento de Luzu, Mariana y Vegetta; pero ahora tenía un novio. Eso no sería un problema si Bad (el molesto e irritante amigo de Quackity) no hubiera interferido en una de sus acaloradas demostraciones de amor público. Ahora no sólo tenía que bajar la mirada (aún con lentes) cuando Vegetta lo miraba con esa, esa ceja levantada, también debía escuchar esa charla con Luzio y Mariana en la habitación.

Imbéciles. (Pero no le digan a nadie que realmente los ama mucho y no quiere llamarlos imbéciles. Es Spreen).

Oh, por supuesto que no puede olvidar que su hermanastro Rubius se burló de él en línea por cinco largos minutos. Al parecer el bastardo de Bad fue de bocón con Foolish y Foolish se lo dijo a Jaiden y Jaiden se lo dijo a Roier y Roier se lo dijo a Mariana y Mariana se lo dijo a Vegetta y...

A Spreen no le atrae el concepto de VegettaLuzuMariana cuando sabe que estará encadenado a charlas (nadie quiere las charlas educativas de Vegetta intentando hablar como 'la chaviza', solo tienen dos años de diferencia pero a Spreen le dan arcadas), regaños (de Luzio, que termina llorando y pidiendo un abrazo entre todos, tan incómodo) y y videos que aparentemente no serán pornográficos (pero muy educativos, señala Mariana. Spreen quiere respuestas de cómo es que un estudiante de finanzas tienen una USB llena de educación sexual con presentaciones interactivas y todo eso). Spreen suelta un suspiro. Prefiere cualquier otra cosa a la inevitable charla porque es un adulto y Quackity por más que no lo parezca, también lo es. Son adultos, están enamorados (Sí Roier, Spreen ha pensado eso en voz alta. Cállate.) y podría escribir lo que cree que sería un ensayo muy elocuente y objetivo (definitivamente subjetivo) sobre por qué es así. Pero de nuevo, no lo hará porque no es sano.

Cupid! |Spreeckity| Au Donde viven las historias. Descúbrelo ahora