Austin Beckett es un muchacho de diecisiete años que ganó medallas en los Juegos Olímpicos de Pekín por ser el mejor jugador de básquet. Es admirado en su entorno el chico más popular del Colegio Sage. Todo iba de maravilla, hasta que llega una niña...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Te encontré buscándote - Capítulo 11 - El escrache
Austin llegó a la desértica sala casi corriendo, ya no quedaba nadie allí. No supo como juntó fuerzas para abandonar el cuarto de Alma, cuando estaba tan cerca de tenerla en sus brazos. Si lo pensaba ahora, le daban ganas de volver, y liberarse de la tortura. Nunca habían llegado tan lejos. Verla en ropa interior despertó el más primitivo de sus deseos, Alma era perfecta desde la cabeza hasta la punta de los pies, y quería tenerla, estaba desesperado por vivir ese momento. ¿Por qué tuvo que frenar?
-Austin...
-¡Ah! Mierda, Judith, me vas a matar de un infarto.
-Lo siento, bajé por un vaso de agua. ¿Estás bien?
-Sí - mintió Austin.
-¿Pasó algo? No me digas que Alma y tú discutieron - él negó y se aclaró la voz.
-Pasó algo con ella, sí... pero... - la miró, apenado - ¿Puedo confiar en ti? Es que no sé con quien más compartirlo.
-¿Qué pregunta es esa? Somos casi hermanos, por favor.
-Es algo íntimo- se excusó, avergonzado. Judy asintió, sin sonreír, animándolo a hablar. - Bueno...recién fui a buscarla a su habitación... y tuvimos...un...un acercamiento.
-Baja la voz y no te alegres tanto, no llegó a pasar nada. - Judy suspiró, resignada.
-Mira, es entendible que se haya negado, Austin. Ten en cuenta que Alma nunca ha...
-Yo fui quien se detuvo - ella abrió grandes los ojos, incrédula- No era correcto.
-Vamos, tú nunca haces lo correcto.
-¿Qué quieres decir?
-Sabes a qué me refiero, eres incorregible en ese sentido - "Es cierto", pensó Austin. "Si antes de conocerla me hubieran comentado que iba a hacer esto, no lo hubiera creído" - ¿Por qué frenaste?
-No quiero que sea así...iba a tener que irme después...-sintió una repentina angustia- No lo sé..me siento...
-¿Tienes miedo? -adivinó ella, comprensiva. -
-Si...-confirmó, avergonzado- Me aterra que Alma no se sienta cómoda conmigo.
-Oh, Austin, me das ternura.- afirmó Judy risueña.- Cuando mi tía Mary lo sepa, no podrá creerlo.
-¡No te burles!
-No, no me estoy burlando, al contrario, me encanta verte así por una chica. - dijo risueña - Es lógico que sientas temor...no estás loco, ni nada parecido..
-Jamás fui así, es la primera vez que estoy tan inquieto.- evitó mirar a su prima, se moría de vergüenza, pero también necesitaba hablar del asunto.- Temo no tratarla como se merece. Parece tan frágil, tan niña, tan inocente...
