VII

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La conmoción de las personas cesó por fin.

Las horas habían pasado y con ello algo de calma llegó, aunque claro, sólo en busca de hacer creer que las muertes eran una coincidencia y que no volverían a pasar. Llevaron al lugar a un doctor para que examinara el cuerpo de la persona que estaba muerta y este lo trasladó a una pequeña habitación junto a algunos herreros más los cuales tampoco podían explicar lo que había pasado. Haganezuka se acercó a dónde Tanjiro para decirle que cuide de Kotetsu en lo que él buscaba información y este aceptó.

- Llévalo a mi casa, Kanamori está ahí.

- ¿Se encuentra mejor?

- Sí, ya tomo algunos supresores así que no hay problema, sólo que no quiso salir - El burdeos frunce el ceño - Ve rápido y no dejes que los cara de niña entren a la casa ¿Bien?

- Está bien - Sabía a quienes se refería con eso así que sólo volvió asentir y tomo de la mano a Kotetsu para alejarse lentamente de ahí. No quería tener problemas con alguien y mucho menos hablar con esos pilares que no le caían bien en absoluto, pero en cuanto estaba avanzando escuchó la voz de Genya llamarlo y se detuvo.

- ¡Tanjiro! ¡Vamos contigo! - Volteó algo confundido ya que pensó que se iría con los gemelos junto con Senjuro y nota como estos se le acercan. El más menor aferrándose a las ropas de la espalda de Genya - Sólo estaremos aquí dos semanas así que no se me hace mala idea aprovechar el tiempo para pasarla todos juntos.

- Lo siento, si quieres tú y Senjuro pueden venir pero los pilares no.

- Aver, no tenemos donde dormir esta noche y ese animal ya nos dijo que podíamos quedarnos en su casa, no fastidies.

Tanjiro tiene ganas de golpear al pilar que acaba de hablar pero se contiene, Yuichirou siempre lo había hecho molestar a pesar de ni siquiera toparse con él, le irritaba demasiado que actúe de manera tan calmada después de que se haya llevado a Kotetsu dejándolo muy preocupado, y lo único que quería ahora es que no se volviera a acercar.

- Es cierto Tanjiro, lamento que nos hayamos vuelto a encontrar en una situación no agradable pero no buscábamos dañar a Kotetsu, era nuestro instinto y buscábamos saciar su deseo - Habla ahora Muichirou - No lo volveremos a hacer, y si lo hacemos prometo que renunciaremos al puesto de pilares y asumiremos el castigo correspondiente - Dice calmado y sonríe rodeando sus brazos en los hombros de su hermano- Yuichirou es así, ignora lo que dice, lo tendré bajo control.

El burdeos duda por un momento al escucharlo ya que había recibido la orden de Haganezuka de no llevarlos y no pensaba desobedecer, pero por otro lado, teniendo a los hermanos cerca suyo podría recibir más de su ayuda o saber si eran los malos, después de todo eran los primeros sospechosos para él. - ¿Qué dices tú Kotetsu? Si no quieres no irán.

- No te preocupes, está bien, después de todo no me hicieron daño... - Le responde el menor aferrándose a él por detrás y observa a los pilares sonreír. Luego nota al chico que está detrás de Genya mirándolo de forma extraña y baja la cabeza suponiendo que era porque seguía con su máscara. No le gustaba estar con muchas personas - S-solo que no dormirán en mi habitación...

- Claro que no, no queremos incomodar.

Tanjiro asiente con su petición y no tardan en ir a casa de Haganezuka todos juntos tratando de olvidar el momento que acababa de pasar. Ya eran más de las nueve por lo que sabía que Kotetsu quizá necesitaba descansar, así que sólo buscó mantener la calma e ignorar las voces de las personas tras suyo. El hecho de que no pararan de reir y actuaran como si nada, en confianza, le transmitía mucha incomodidad. Literalmente estaban excluyendo a Kotetsu y a él del grupo, eso era desagradable. Sabía que Genya y Senjuro quizá no lo hacían con esa intención, pero inconscientemente los estaban haciendo sentir mal, podía olerlo en el aroma que provenía de Kotetsu. En cuanto tocan la puerta de la casa Kanamori los recibe algo sorprendido por ser bastantes y sólo les dice que no hablen muy fuerte ya que podrían molestar al resto de personas que vivían al rededor. La casa de Haganezuka no era grande en sí, solo habían dos habitaciones para Kotetsu y Hotaru y una sala acompañada de un comedor, aunque también tenía varios futones que podrían servir, así que Muichirou y Yuichirou se encargaron de sacar algunos y acomodarlos en la sala.

Interpuesto [ YuiTetsu/MuiTetsu ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora