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Caminaban en silencio por la calle, no había palabras en el aire, solo el sonido del mismo y uno que otro molesto ruido de algún auto. Gyuvin tenía la mirada fija al frente y de vez en cuando observando a su alrededor, mientras que Ricky solo miraba a sus pies dar múltiples pasos. Ambos sonreían.

−¿Que clase tienes a la primera hora? −Se atrevió a preguntar Ricky

−Química, ¿y tú? −Dijo centrando su mirada en el mayor por primera vez en el día.

−Matemáticas. −Respondió antes de que de nuevo hubiera silencio.

Ricky tenía una idea en mente pero sabía que no era correcto, eso sería una mala influencia para el otro, aunque... una vez no hace daño.

Continuaron caminando por las calles, entre pequeños diálogos y risas nerviosas sin motivo específico.

Habían muchas sensaciones y sentimientos extraños y nuevos para ambos que se podían manifestar de manera física como el aceleramiento de sus latidos y el calentamiento de sus mejillas provocando sonrojos, también los escalofríos y temblores causados con el más mínimo contacto que tengan con el otro. Eran síntomas que fácilmente se confundian con una gripe tal vez, pero la salud de ambos estaba en perfecto estado.

Cómo era costumbre, llegaron temprano. Antes de separarse para ir cada quien a su salón correspondiente, el mayor tomo el brazo de Gyuvin evitando que se fuera.

−Este no es el ejemplo que debería darte pero... mmh, vayamos a otra parte. −Dijo mirando directamente a los ojos del menor, pocos segundos después sintió pena y desvío la mirada. −Ehh, quiero decir, es demasiado temprano para estresarme con demasiados números y no creo que te gusten los elementos químicos y... −Habló con velocidad, provocando que sus palabras se entrecortaran.

Antes de siquiera poder terminar su torpe petición ya se encontraba siendo tomado por la mano de Gyuvin mientras caminaban a los jardines traseros de la escuela. Sonrió mirando sus manos unidas y se dejo llevar por el otro.

                       。⁠:゚⁠(🎸)゚⁠:⁠ 。

−Es extraño, ¿sabes? −Mencionó Gyuvin.

−¿A que te refieres? −Preguntó el otro, prestándole todo su atención.

−Me gustas, te gustó, ayer dijimos cosas raras y después estamos faltando a clases juntos.

Ricky rió con nerviosismo y cosquillas en su estómago, no sabía que responder y continuaba preguntándose cómo era que se le facilitaba tanto a Gyuvin hablar sin tener pena. Tal vez era su turno de decirle algo así.

−Vamos a besarnos. −Propuso acompañando de una risa para alivianar el ambiente en caso de que al contrario no le pareciera a idea.

−De acuerdo. −Respondió con naturalidad, aunque en el interior sentía todo lo contrario.

Hace tiempo que Gyuvin tenía una necesidad terrible de probar los labios de Ricky

Y Ricky también quería probar los de Gyuvin, no iba a negarlo.

neighbour! (ryuvin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora