Cap 7

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Narra Haibara

Me encontraba en shock por las palabras de Amy “él me dejo por ella”, ahora entendía porque había ocasiones en las que parecía estar triste; esa herida sigue doliendo le, observe como se alejaba con dirección a la biblioteca, por lo que supuse que iría a animar a su hermano. Pasados unos minutos, recorde que la castaña había mencionado que había conocido a mi madre; por lo que decidí averiguar de dónde la conocía, llegué a la biblioteca y vi a ambos abrazados, note como Kudo estaba más tranquilo.

Ai: Eto.... Rin podemos hablar en privado — mencioné llamando la atención de ambos, noté que dudo por un momento ya que poso su vista en el castaño como pidiéndole permiso; a lo que Conan solo asintió

Amy: H-hai — con esa respuesta, se alejo lentamente de su hermano y nos retiramos a una habitación

Cuando entramos al cuarto, note como observaba con melancolía el lugar por lo que supuse que sería su habitación; había un silencio en el lugar el cual se empezaba a volver incomodo. Sabía que tal vez podría estar echando sal a la herida al recordarle esa situación, pero debía averiguar cómo fue que conoció a mi madre. 

Ai: ¿Dónde conociste a mi madre? — cuestione observando la

Amy: La primera vez que la conocí tenía 15 años, había ido a Londres porque recibí una misión la cual acepte; tenía que investigar a tu familia y me encontré con tu madre, hablamos un rato hasta que toco un tema que me preocupó mucho — dijo sin mirarme 

Ai: ¿Qué fue lo que te dijo? — indagué, aunque sabía que le costaba hablar de eso

Amy: Me contó de esos hombres, además me dijo que tenía dos hijas; mi jefe quiso que dos de mis compañeros y yo nos infiltraramos pero me negué; no quise participar y ellos entendieron ya que sabían que tenía un hermano menor y no quise arriesgar a mi familia — dijo cabizbaja apretando los puños antes de continuar — sin embargo, acabé involucrada de manera externa ya que Hiro me mandaba la información recolectada aunque eso le costó la vida

El nombre que mencionó me parecía conocido, sin embargo, no recordaba de dónde; ella me explicó que aquellos hombres le llamaban Scoths. En ese momento, comprendí que ese chico era especial para ella; ya que se notaba frustrada de no poder ayudarlo esa vez. Asumí que sería mejor dejar de hacer preguntas, ya que Amy se estaba alterando y no quería que fuera a colapsar por tantas emociones que tenía en ese momento; escuché pasos que se acercaban en nuestra dirección, y después de unos minutos la puerta fue abierta; Rin intentó fingir que estaba bien al ver que eran los niños junto a Conan.

Amy/Rin: ¿Ocurrió algo? — cuestionó con una sonrisa falsa

Ayumi: El profesor Agasa hizo nuevos inventos vamos a verlos Rin-chan — comentó la menor alegre

Conan: Haibara adelanta te con ellos, los alcanzamos en un rato — dijo a lo que asentí dejándolos solos

No sé que le dirá Kudo en estos momentos, pero estoy segura que ella no querría hablar con nadie sobre esos tipos en este instante; como tardaban, Ayumi fue a buscarlos, la seguí para evitar que fuera a descubrir sus verdaderas identidades; cuando la alcancé, ellos estaban abrazándose en las escaleras es lindo verlos juntos pensé antes de alejarme con la pequeña de orbes azules, se notaba desanimada pues era obvio que gustaba del encogido pero si supiera la verdad estaría avergonzada. 

Narra Shinichi 

En el momento que Haibara le pidió a Rin hablar con ella a solas, sentí como la chica que me consolaba en esos momentos se tensaba; no supe descifrar la razón, pero estaba seguro que era un tema delicado; la castaña cruzó miradas conmigo y asentí con la cabeza para que fuera con ella. Rin se alejo de mí lentamente con resignación, por un momento me preocupé pues parecía que no quisiera hablar con Ai; intente seguirlas, pero los niños se acercaron a mí para contarme que Agasa había hecho nuevos inventos. Nos encontrábamos buscando a esas dos, pero no dábamos con ellas; corrí hasta el segundo piso siendo seguido por los demás hasta que escuché la voz de Rin parecía estar alterando se. La voz de la mayor provenía del cuarto de mi hermana, por lo que decidimos entrar; al abrir la puerta, ambas voltearon en nuestra dirección, pude notar que la castaña tenía un rastro de lágrimas en sus mejillas, la de orbes zafiros pregunto que ocurría a lo que Ayumi le contó sobre los nuevos inventos del profesor.

amor peligrosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora