Narra Rei
Mientras buscaba información sobre Kogoro y de ese niño, me encontré con unos encabezados que me dejaron estatico, ¿Esto no puede ser cierto?, Amy no puede estar muerta conozco a esa chica y eso no debe ser verdad. Llegue a los cuarteles de seguridad publica hecho un manojo de emociones, sin embargo, nunca creí que lo vería a él aquí; Shuichi Akai ¿Para qué habrá venido? Vi como ingresaba a la oficina del jefe Kimura, por lo que me acerqué a la puerta y di un par de golpes a esta; luego de unos segundos escuche un adelante; al ingresar vi como el de orbes esmeralda le entregaba un expediente mencionando.
Akai: El jefe James está investigando el caso por petición del padre ya que les parece extraño lo ocurrido - dijo serio
J. Kimura: Entiendo, a nosotros también nos tomo por sorpresa esta noticia, Amy era una de mis mejores agentes - respondió con pesar, provocando que me enojara aún más
Rei: ¡Eso es mentira, ella no está muerta de seguro solo es una farsa, causada para despistar a sus secuestradores! Amy se ha enfrentado a cosas peores - más que enojado estaba frustrado, no puedo aceptar que Amy este muerta
J. Kimura: Por desgracia es verdad, ¿quieres un tiempo para recuperarte emocionalmente? - Negué molesto pues sigo sin aceptarlo, así que me retiré para visitar la tumba de mi mejor amigo
Cuando llegué al cementerio, saludé al sacerdote y me acerque a la tumba de Hiro; al estar frente a esta, me deje caer sobre mis rodillas tratando de asimilar lo que estaba pasando; era más que obvio que no quería aceptar la muerte de Amy; si resulta ser verdad, habré perdido a todos mis amigos. Suspiré apoyando mi frente en la tumba, hasta que siento una mirada intensa en mí; miro a los alrededores, pero no veo a nadie; ya estoy delirando pensé.
Rei: Hola amigo, ha pasado tiempo, pero aquí estoy - dije sin mucho animo antes de continuar - es difícil creer que Amy haya muerto...... No, estoy seguro que solo es una mentira, sí, tiene que ser una mentira - rogaba desde lo más profundo de mi corazón que solo fuera una treta, respire para intentar calmarme un poco y mencioné - tengo mucho que decir, si llega a ser verdad que Amy murió nunca me lo perdonaría - volví a sentir aquella mirada sobre mí
Me retiré luego de un rato sintiéndome un poco más tranquilo, sin embargo, aún me preguntaba ¿quién era la persona que me observaba? ¿Habrá sido Amy? Espero resolver este misterio al igual como aquella vez con ese niño; que logramos evitar una catastrofe mundial. Iba recordando momentos que pase con Hiro y Amy, desde la academia hasta cuando fuimos pareja, a veces pensaba que Kenji sería su novio ya que solían pasar tiempo juntos; pero por alguna razón, Hiro la conocía más que nosotros, aún recuerdo que no sabía que darle en el dia blanco y me tocó pedirle ayuda a Hiro.
Flashback
Rei: Hiro ¿Qué crees que le guste a Amy? - dije desesperado
Hiro: Regálale unos bombones y un ramo de lavandas son sus favoritas después de todo, llevas tres meses con ella y aún te falta conocerla - comentó divertido
Rei: No molestes, te recuerdo que tu hablabas más con ella - repliqué de brazos cruzados
Hiro: Ya ya, no te enojes, es solo que..... En verdad tienes a una gran mujer en tu vida CUIDALA mucho
Fin del flashback
Esa vez creí que había imaginado que Hiro había remarcado la palabra cuidala, pero ahora me doy cuenta que en verdad fue así; volví al café sin mucho animo, pero me toca fingir estar bien para no preocupar a mi compañera. El día transcurrió con mucha lentitud, aún faltaban algunas horas para cerrar cuando llegó Conan con sus amigos quienes venían con Ran y otra joven la cual parecía tener mi edad más o menos; note que la niña que iba con la peliceleste era demasiado seria para su edad por lo que mi mente hizo click ella era Amy lo sabía ella no está muerta pensé mientras me acercaba a ellos para tomar sus pedidos.

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amor peligroso
De TodoAmy y Shinichi eran considerados los mejores detectives, ya que ambos eran buenos en su trabajo; aunque a diferencia de su hermano, la castaña mayor prefería la actuacción; pero nunca le sentaba mal resolver algún caso. Sin emabrgo, una noche Amy Ku...