🍃┊Capítulo 03

748 106 3
                                    

El sol se había escondido ya hace
rato, así que solo era Jungkook y
su bebé con la noche de fondo.
Admiraba un poco la ciudad en
todo su resplandor, las personas
entrando a los restaurantes, los
coches aparcando para poder bajar
e ir a estos locales, todo normal,
como cualquier noche de viernes.

Si alguien le hubiese dicho hace un
año atrás que estaría en un parque
con un cachorro en brazos se reiría
tan fuerte que hasta lloraría de la
risa. Su cachorro estaba sentado
en su pierna, mirando al igual
que el a las personas ingresar a
los restaurantes. Se giro un poco
para poder jalar un poco el abrigo
de Jungkook y así poder llamar su
atención.

-¿Qué pasa, Angelito?- pregunto
Jungkook con una voz especial, una que
solo usa con su bebé.

-Aà- dijo el tratando claramente de
decir "allá", mientras apuntaba a
los locales de comida. Jungkook lo miró
confundido, pero cree que entendió
lo que quiso decir.

-¿Quieres ir allá?- pregunto
acomodándole un mechon de pelo
que tenía en su frente. El menor
asintió y Jungkook quiso llorar en ese
instante.

Su bebé le estaba pidiendo ir a
comer a lugares que no estaban a
su alcance. El pequeño hace días no
come correctamente. El mayor trata
de que él coma lo mejor posible,
pero cada día se le dificulta más, el
dinero es cada día menos y trata de
comprar el desayuno y el almuerzo,
si es que alcanza, para el cachorro.

-Amor...no, no podemos ir. Sabes
que no puedo pagar eso, cielo.-
le dijo suavemente a su bebé,
dandole un beso en su cabecita. Le
partió el corazón decirle aquello. El
cachorro agacho la vista y se dedico
a ver el suelo. A Jungkook no le gustaba
decirle que no, pero no tenía como
pagarlo.

La noche cayó por completo y el
frío se hacia presente, el pequeño
cuerpo de Jungkook tiritaba. Él se
había sacado su último abrigo
para darselo a su bebé, así que
solo tenía una camiseta, algo
desgastada, de color azul marino.
El cuello de aquella camiseta
estaba algo estirado por tanto uso,
entonces el frío que le entra es
mayor.

Ya no había nadie en el parque y ni
siquiera había personas comiendo
en las mesas de afuera de los
locales, el frío era el peor hasta
el momento y Jungkook lo sufría más
que nadie. En aquel lugar reinaba
el silencio y solo se escuchaba
como los autos pasaban, no había
nadie allí, no tenía a nadie a quien
pedirle algun abrigo o al menos
ayuda. Enfermarse estando en
la calle no era una opción, no
cuando tienes una pequeña vida
dependiendo de ti.

Son estos momentos donde
quisiera tener un techo, un hogar.
Son estos momentos donde
quisiera ser niño devuelta. El no
es un adulto o al menos no tiene
la edad, pero en menos de un
año creció demasiado, sabe mas
de la vida que cualquiera de sus
familiares. El quisiera estar en una
casa, con su cachorro y esperando
a su alfa, pero la vida no es justa
en muchos casos y tienes que
aprender a sobrevivir con lo que
te toca, porque si te hundes en lo
malo que te ha pasado llega un
momento que todo es mas fuerte
que tú y no sabes que hacer, te
pierdes y cuesta reponerte. La
vida le dio un fuerte golpe a Jungkook,
no obstante el trata de no pensar
en ello, el solo lucha el día a día,
tratando de sacar a esa criaturita
adelante con lo que tiene, que no es
mucho, pero trata de darle lo mejor
con ello.

Así que ahí esta el, temblando por
la helada de la noche, pidiéndole
a todo lo que conoce porque
alguien pase por ese camino,
porque alguien le brinde ayuda. Él
es resistente a las enfermedades,
pero si no tienes una buena
alimentación y tampoco duermes
bien te vuelves mas propenso a
aquello. Su mamá decía que si
deseas algo con todas tus fuerzas se
cumple.

park 𓍢 ִֶָ  jikook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora