🍃┊Capítulo 12

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La noche había caído nuevamente
y él estaba bañando a su hijo. El
suave perfume del shampoo se
sentía en el ambiente y la risita de
Junyguk al chapotear el agua lo
hacía sonreír.

-Creo que es hora de salir,
Angelito-dijo Jungkook agarrando una
toalla y envolviendo a su bebé.
Le puso ropa limpia y salieron del
baño. Jungkook volvió a ayudar a su
cachorro a caminar y este daba
pequeños pasitos desordenados,
su pequeño suspiro al no poder dar
pasos como lo hacía su madre.

-Amor, lo haces bien-dijo
alzandolo y escondiendo su nariz
en el cuello del bebé haciéndolo
reír a carcajadas.

La hora de la cena había llegado y el
había pedido pollo asado con puré,
seguía sintiendose mal por abusar
y pedir comidas caras, pero al día
siguiente se irían y su paladar no
volvería a probar algo como eso.
Golpes en la puerta lo había sacado
de sus pensamientos, imaginó que
seria el chico rubio que siempre
venía a dejarle el servicio al cuarto.

Se levantó de la banqueta que
había en la cocina y, con su
bebé en brazos, fue a abrir la
puerta. Obviamente no esperaba
encontrarse con aquel alfa de ojos
color miel.

-Hola-dijo él regalandole otra de
sus sonrisas. Su omega empezo
a chillar, pero trato de hacer caso
omiso a eso.

-Hola-dijo Jungkook. Junyguk como
es costumbre se escondió en el
cuello del castaño.

-Yo...no quería molestar, pero
solo te quería decir que pague una
semana más de alojamiento para
ti y el cachorro aquí. Las noches en
Seúl se van a hacer mas frías
y no es seguro que esten solos y
sin un techo-dijo el alfa tratando
de lucir tranquilo, pero estaba
muriendo de nervios por dentro.

No quería que el omega pensara
que lo estaba haciendo por algo en
especial, no quería que piense que
le quería hacer daño. Él solo venía
en el auto escuchando de nuevo lo
duras que iban a ser las próximas
noches y no paraba de pensar en un
castaño temblando por el frío con
un cachorro en el mismo estado, no
podía dejar que suceda de nuevo.
Se sentía algo mal por no hablar
con Jungkook sobre eso, no quería que
se sienta obligado a quedarse y
tampoco quería que sintiese que se
estaba aprovechando del alfa.

El cerebro de Jungkook no procesaba
la información, creía que escucho
mal, pero no lo hizo. Ese alfa
enfrente había pagado no solo tres
noches en ese lujoso lugar, sino
que ahora pagó una semana más.
Joder, esto solo pasaba en sus
mejores sueños y cree que ni así
se hubiese imaginado algo como
eso, esto era irreal. Pero su culpa
volvió, no podía abusar así de
aquel alfa, ya era mucho, primero
un abrigo, luego 10 mil wones y ahora
le pagaba mas noches en el hotel.
Definitivamente era demasiado.

-Eh, no quiero sonar
malagradecido, pero no puedo
aceptar-dijo mirando los zapatos
bien lustrados del alfa, esos zapatos
costaban mas que toda su jodida
existencia. No podía mirar a Jimin
a la cara, a los alfas que conocía
no le gustaba que les digan que no
y esperaba que el alfa no le haga
nada con su bebé presente.

Jimin se entristeció un poco, pero
entendía al omega o al menos
trataba de hacerlo. Tenía que
convencerlo, su alfa no estaría
tranquilo con ellos afuera, en el frío.

-Tranquilo, no pasa nada...Mira
escuche por la radio que haría
demasiado frío estos días, se que
no te conozco y que no tengo
derecho a pedirte nada, pero
por favor acepta estos días en el
hotel. Se que desconfias de mí y
estas en todo tu derecho, pero por
favor acepta, no quiero que tú y
tu cachorro vuelvan a pasar una
helada así-dijo Jimin siendo lo mas
sincero posible.

Jungkook veía en sus ojos suplica y no
sabía si negarse o no, al fin y al cabo
no tenía nada que perder.

-Enserió no quiero abusar-susurró
el omega.

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