UNO

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Junio, 1997

—¿Crees que mañana me dejen quedarme en casa de Daniela? Será viernes y me dijo que planea hacer una pijamada con las chicas para ver la nueva película romántica que saldrá en la televisión —Le pregunté a Priscila, ella solo se encoge de hombros con una sonrisita en el rostro

—No lo sé, tendrás que hablar con mamá y convencerla de que te lleve a casa de Daniela, que lo veo difícil, porque mañana le toca club de lectura con más vecinas —Comenta mientras detiene el auto ante la luz roja

—Por eso te lo estoy diciendo Pris, porque convenceré a mamá de que me deje ir y con la condición de que mi hermana mayor con auto propio me llevará —Dije casi suplicando, Priscila me mira con una mueca

—Mmm, no sé, yo mañana planeaba hacerme una mascarilla, leer mi libro y comer algún postre o...

—¡Ay! ¿Qué quieres? —Pregunté con mal humor

—Quiero cupcakes, de plátano, esos que hiciste cuando Jeremy fue a cenar el mes pasado a casa —Me responde rápidamente

—Esta bien, te los haré mañana en la tarde, pero prométeme que si mamá no me da permiso, tú me apoyaras con papá —Pedí como condición

—Trato hecho, dile a mamá cuando vuelvas de la escuela y yo le diré a papá en la noche que regrese del trabajo —Dijo antes de detener el auto frente a la preparatoria, yo asentí antes de bajar y despedirme de mi hermana

Rápidamente entre al edificio para buscar mis cosas e ir al salón, normalmente, siempre veo a Daniela ahí, justo a un lado de su casillero, buscando todo lo que necesita, siempre viendo que su cabello esté perfecto y ajustando aquella bandana blanca que siempre utiliza, pero cuando llegue, ella no estaba ahí

Tal vez se le hizo un poco tarde o simplemente se le pasó el autobús, como suele pasarle varias veces

Caminé con prisa hacia el salón para ver a Jeremy ahí, esperando con una sonrisa y apartando mi lugar junto a él e incluso el de Daniela

—Buenos días bombón ¿Cómo amaneciste? —Me pregunta con dulzura, yo corrí a sus brazos con alegría.

[>>>]

¿Ya le dijiste a mamá? —Preguntó Priscila entrando a la habitación, yo solo negué

—Estoy haciendo tarea, en un momento voy —Dije mientras seguía anotando cosas en mi cuaderno, Priscila me vio con desespero y sin más, tuve que levantarme de la cama —¡Ya! Ahí voy

Caminé rápidamente hacia la cocina, mamá debía estar haciendo la cena, sería mi momento perfecto de atacar.
Pero justo cuando entro a la cocina, el teléfono suena, mi madre deja aquel cucharón de lado y se apresura a contestar

—¿Hola? —Dijo por la línea, me acerque a la estufa para probar un poco de lo que cenaremos, pero cuando estoy por meter el cucharón a la olla, mamá me detiene —Es para ti cariño, la madre de Daniela —Me indicó mi mamá, enseguida tome el teléfono

—Señora Williamson

—Hola _______, perdón por llamarte ahora, pero necesito hablar contigo —Dijo la mujer con cierto tono de voz angustiado

Ay Daniela, que hiciste ahora?

—Si claro, dígame —Respondí amable

—¿Sabes algo de Daniela? ¿Estuvo contigo hoy? Llevo tratando de comunicarme con ella desde temprano, salió para la escuela está mañana y no ha vuelto —Me comentó la mujer con preocupación

¡Mierda!

¿Qué hago?

¿Le miento para salvarle el cuero a mi amiga o le digo la verdad a su mamá?

Daniela solía hacer eso de no ir a la escuela para alguna aventura solitaria y llegar hasta tarde a casa con el pretexto de que está conmigo y cuando pregunta su madre, yo la respaldo

Pero... Daniela siempre suele avisarme

—No señora Williamson, hoy no he visto a Daniela, ni siquiera fue a la escuela —Dije sinceramente —Creí que estaba enferma —Comenté con nervios, después de aquello, la llamada fue cortada
Colgué el teléfono y mire a mamá

—¿Qué pasó, mi amor? —Pregunta curiosa, yo solo negué con la cabeza y me fui a la habitación con prisa

Mañana Daniela tendrá que darme respuesta de a dónde se fué.

—¿Y? ¿Qué te dijo? —Pregunta Priscila mientras entré  a la habitación, yo solo negué

—Se canceló la pijamada —Dije mientras volvía a mi cama para continuar con la tarea.

Después de terminar, Priscila y yo fuimos a cenar con nuestros padres, cuando me senté en la mesa, inconscientemente miraba el teléfono de la cocina, esperando ansiosa porque volviera a sonar y Daniela me contará de cómo la regañó su madre por haberse ido a tal aventura por ahí.
Aquello no pasó, terminó la cena y me fui a dormir con ese mal presentimiento en el pecho.

Búscame ||C.V&TÚ||TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora