NUEVE

592 79 2
                                    

Pasaron un par de segundos cuando la puerta se abrió de golpe, un Christopher algo molesto apareció

—¿Qué ha pasado? ¿Qué hiciste? —Dijo con enojo hacía ella, ______ solo negó

Parecía que se iba a lanzar contra ella y eso la aterró

—No lo sé, yo solo fui al baño y cuando descargué el agua, la manguera comenzó a soltar agua... grité, pero nadie escuchó —Dijo _______ con temor, Christopher se acerca a ella con la intensión de atacarla, pero ella se cubre asustada —No por favor, no me lastimes —Pidió

Christopher la miro por unos segundos y simplemente soltó un bufido, estaba molesto, pero aún más cansado para golpearla

—Ahora tendré que arreglar esto, la habitación está inundada —Dijo Christopher con enojo, ella solo lo miro con miedo —Iré por las herramientas, volveré —Dijo antes de salir de la habitación, ______ dejó salir un suspiro aliviado y entonces comenzó a prepararse...










Christopher subió las escaleras del sótano con molestia, tenía sus zapatos mojados y se sentía muy cansado, sus ojos ardían por querer dormir aunque fuera unos minutos, cuando llegó arriba, escucha como su abuela estaba en la sala, viendo la televisión como siempre

"Nuevamente pedimos apoyo a la comunidad de Buffalo, ya han pasado varias semanas desde las terribles desapariciones de las chicas de este pequeño pueblo, se han ofrecido diversas recompensas por algún tipo de ayuda que pueda hacer que los familiares vuelvan a verlas, si alguno de ustedes reconoce alguno de los rostros que aparecen a continuación, no dude en comunicarse..."

Cuando los rostros de aquellas chicas comenzaron a aparecer en la televisión, Christopher rápidamente corrió a apagarla, su abuela lo mira con molestia, pero no dice nada

—Abuela, te he dicho que no veas esas cosas, no estás para esas clases de noticias —Dijo Christopher con molestia, la mujer solo niega

—Solo quiero estar informada, no lo sé, que tal y un día me encuentro a una de esas chicas y puedo ayudarlas a volver a su hogar, todas las tardes veo a gente pasar frente a la casa —Respondió la mujer, Christopher solo niega, su abuela le observa los pies y lo mira con curiosidad —¿Por qué están mojados tus zapatos? —Preguntó

—La cisterna del sótano tiene fuga, tengo que ir a la ferretería por una manguera para cambiarla —Comentó él mientras caminaba hacia su habitación para cambiarse los zapatos, su abuela se levanta del sofá con su andadera y lentamente camina hacia la cocina

—Cuando andes por ahí, pasa al supermercado, necesitamos una bolsa de arroz, ya no hay para la cena —Comenta la abuela

—Está bien, vuelvo —Dice Christopher saliendo de la casa, la abuela se asoma por la ventana de la cocina mientras observa como se va la camioneta

Pero otra cosa que le llama la atención, es que justo al frente a la calle, hay una chica pegando un papel sobre el poste de luz, parecía tener más en sus manos y ella parecía triste.
La abuela se acerca a la entrada principal y abre la puerta, pudiendo observar mejor a la joven, sale de la casa hacia la acera, dónde ve a la chica con mayor detalle

—Ah, buenos días —Dijo la chica con incomodidad, la abuela sonríe

—¿Qué es lo que pegas? —Preguntó

—Son carteles, estoy tratando de encontrar a mi hermana, lleva varias semanas desaparecida —Dijo cuando terminó de pegar, cruza la calle y se acerca a la abuela, ella le entrega uno de los volantes, mostrando ahí la foto de _______ —Ella es mi hermana, su nombre es _______ y no hemos sabido nada de ella, en verdad deseamos encontrarla —Comentó Priscila

—Pobre de tu familia, deben estar sufriendo mucho, no me imagino el dolor que pueden estar pasando —Comentó la abuela, Priscila asintió

—Aun tenemos esperanza a qué vuelva sana y salva, no he dejado de buscarla.

—No te des por vencida, creeme que la encontrarán, si llego a ver algo por la calle de aquí, te avisaré enseguida —Comentó la abuela mirando nuevamente el volante

—Ahí está mi número anotado, llame si sabe algo, responderemos inmediato —Dijo Priscila, la abuela asintió

—¿No gustas una taza de té para los nervios? Tengo miel para endulzarlo —Comentó la abuela, Priscila negó

—No gracias, ya será hora de que vuelva a casa para el almuerzo... A demás, mi madre me ha pedido una lata de champiñones y unas papas, tengo que pasar al supermercado, pero gracias, nos vemos.

[>>>]

Priscila se apresura a buscar la caja con menos gente en la fila, se acerca a la número dos, dónde solo había una persona pagando

—Son nueve con setenta —Responde la cajera al hombre, él se apresura a sacar un par de billetes y se los entrega de mal humor, el hombre guarda con prisa la cartera y toma las cosas sin siquiera esperar el cambio, sale rápidamente de la tienda, Priscila paga las cosas y mientras sale de la tienda y se dirige a su auto, ve una camioneta salir a toda prisa del estacionamiento

Cuando camina cerca de donde estaba estacionada la camioneta, sobre el suelo puede ver una billetera sola, Priscila se acerca y la toma, abriéndola para buscar alguna identificación

Christopher Vélez Muñoz

Ese nombre estaba impreso en la licencia de conducir, Priscila miro la foto a detalle y se dió cuenta que era el hombre que estaba en la caja, ella tomó la billetera y subió al auto
Tal vez iría a dejarla más tarde.

Búscame ||C.V&TÚ||TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora