2. Red Flame pt1

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Jaemin estaba sorprendido, nunca había visto tantos alumnos juntos, pero lo que lo puso nervioso fue darse cuenta de que todos eran amigos de Jaehyun y parecían estar rodeando algo. Jaehyun estacionó el auto y bajó para abrirle la puerta a Jaemin, le ayudó a bajar tomando su mano, acarició su mejilla y comenzaron a caminar hacia el grupo, el cual empezó a separarse, revelando un hermoso ramo de rosas de todos los colores, acompañado de varios carteles sostenidos por sus amigos. Al juntarse, decían lo que Jaemin había estado esperando por tanto tiempo...

— Na Jaemin, mi bebé... sé que tomó mucho tiempo que finalmente tuviera los pantalones para poder pedírtelo... me gustas, te amo y me encantaría que fueras mi novio... así que... — Jaehyun se puso de rodillas y sacó un hermoso collar de oro rosa grabado con "My Nana" — Quiero hacerlo oficial. ¿Quieres ser mi novio? — Jaemin asintió rápidamente y se lanzó a sus brazos, no sin antes besarle apasionadamente mientras sus amigos gritaban y se alegraban por la nueva y oficial pareja. Desde lejos, Jaemin vio llegar a Renjun, pareció sorprendido pero igualmente se notó la felicidad en su rostro. Cuando todos comenzaron a ir a sus salones, Jaehyun se despidió, dejando a su novio con Renjun.
— Dijiste que no vendrías, Jun. ¿Ya te sientes mejor? — Jaemin pasó su mano por la frente de su amigo. — Sí, Jaem, esta mañana amanecí como nuevo. Por cierto, qué hermosas rosas y qué hermoso collar — rió dándole un codazo a su mejor amigo. Ambos llegaron a su clase.

Después de algunas horas, salieron y, como era debido, fueron a cumplir con sus tareas del consejo estudiantil. Esta vez, Jaehyun estaba con él, ayudándole a cargar cosas pesadas. Podía sentir el perfume de Jaehyun picando su nariz. ¿Lo habría cambiado? El bonito olor de su antiguo perfume ahora era un aroma a madera tenue con toques leves de alcohol, vino tinto para ser más exactos. Le gustaba ese nuevo perfume, pero le gustaba más ser tomado por la cintura por su novio. Entraron a la biblioteca del edificio principal, la más grande del campus, seguida por la del edificio C y la del edificio D. Comenzaron a acomodar algunos libros y, aunque Jae estaba algo alejado, podía sentir su olor picando su nariz. Pero no era el único, Jaehyun también percibía el olor a vainilla de Jaemin, un aroma relajante y cálido. ¿Acaso su perfume tenía feromonas? Jaehyun acomodó su cabello y, al terminar, se acercó a besar a Jaemin, quien tenía sus mejillas totalmente rojas, su piel ardía... ¿acaso?... ¿Jaemin?... ¿Jaemin era un omega? No era posible y, de ser así, ¿por qué vendría a la escuela en pleno celo? Jaemin cayó al suelo y miró a Jaehyun con necesidad, comenzó a jalar su pantalón y Jaehyun estaba a punto de volverse loco. Estaban en una zona escondida de la biblioteca y fuera del alcance de las cámaras de seguridad. Las feromonas de Jaemin eran demasiado potentes.

— Jaehyun... me siento... ahh~ ayúdame... no me dejes así... mi trasero se siente vacío y húmedo — Jaemin comenzó a lloriquear y Jaehyun no sabía qué debía hacer. No tenía condones y no planeaba tener relaciones sexuales con Jaemin en medio de su aparente celo, menos cuando no parecía estar en sus cabales. Pero las feromonas de Jaemin eran demasiado potentes. Jaehyun se limitó y no siguió, tapó a Jaemin con su chaqueta y lo llevó a la enfermería. Por suerte, no había nadie allí y Jaehyun no dudó en tomar los supresores de emergencia para dárselos a Jaemin.
— Amor... toma esto, por favor... — Jaemin asintió y tomó el medicamento sin protestar. Después de unos minutos, volvió en sí. Jaehyun no tuvo el coraje de contarle lo que había pasado, así que solo se limitó a dejar besos en sus mejillas y salir con él para llevarlo a casa. Lo extraño fue que Renjun no se encontraba por ningún lado. ¿Dónde se había metido ese enano? Bueno, Jaemin se sentía mal y lo correcto era llevarlo a su casa.
— Hyung... ¿te quieres quedar a cenar? Mañana no hay clases y... bueno... una pijamada de novios no estaría mal — Jaemin sonrió mientras se ponía el cinturón de seguridad. — Claro, me encantaría, pero... tu papá me da miedo. ¿Les pediste permiso? — Jaehyun comenzó a conducir hacia la casa de Jaemin, mientras el pequeño parecía comenzar a quedarse dormido, aunque no se durmió por completo. Simplemente observó al mayor conducir, con esa hermosa sonrisa y esos ojos brillantes. — Claro que pedí permiso, vamos a mi casa, mis papás están ansiosos por conocerte.

Ojalá Renjun hubiera tenido la misma suerte que Jaemin...

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