"Aurora..."

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Armando despertó en plena madrugada y la encontró levitando mientras dormía, primero se asustó pero luego entendió que aquello debía ser normal en ella...

Aún no podía creer que su Betty, esa niña tan dulce fuera una bruja... La verdad es que siempre había tenido una imagen bien distinta de ellas, debido a los cuentos y películas que conocía, pero una cosa era pensar en brujas horribles y malvadas, y saber que no era real, y otra cosa muy diferente era lo experimentado en las últimas horas... Ahora, delante de sus ojos estaba la mujer que le robó el corazón y la voluntad, levitando mientras dormía plácidamente...

Con mucho cuidado para no despertarla la fue bajando hasta volverla a acostar, la quería tener pegada a él, tenía que buscar la manera para que su brujita no se le escapara más de sus brazos mientras dormía...

La miró un rato embelesado, era realmente hermosa, nunca había visto nada igual, todo en ella lo fascinaba, era perfecta y lo atraía como un imán...

Pensar esto lo preocupó, no sabía si ella iba a dejar que todos vieran su belleza o volvería a ocultarla, la verdad es que él tampoco sabía que sería mejor, de todas formas la exhibiría orgulloso con cualquiera sea la apariencia que decidiera llevar, sabía que ella había sufrido mucho, tanto siendo hermosa por el acoso de los hombres, como siendo fea por las burlas, pero con él a su lado todo cambiaría...

A: "Ay Hugo si supieras que no hay mujer más bella que Betty, y tú la tenias vetada del taller por un tiempo, y Calderón... Ay hermano, usted se morirá cuando la vea así tan linda... Usted que siempre alardeo con ser el dueño de la mujer más bella del mundo, esa que tanto busca hace tiempo, pero no creo que esa mujer supere la belleza de mi Betty, y usted que la llama vampirin..."

Suspiró enamorado al recordar lo que vivieron hace unas horas, fué todo tan mágico... Primero la dulzura y la inexperiencia de ella casi lo vuelve loco y luego, tan intensa y apasionada se puso su niña... Dios casi lo mata, y él moriría encantado en sus brazos...

Con sonrisa boba se perdió en el recuerdo de la segunda vez que hicieron el amor esa noche, sin saber que Betty, aún dormida, compartía esos mismos pensamientos...

*Recuerdo...

Habían logrado estar juntos y nada malo sucedió... Y que lindo había sido todo, él fue tan dulce, tan entregado y la cuidó tanto... Ahora, con ojos enamorados, lo veía dormir... Aún estaban en el sillón y decidió que estarían mejor en su confortable y enorme cama...

Miró a su alrededor y sus "amigas" empezaron a hacer ruiditos y gestos pícaros... Betty de manera celosa y posesiva lo cubrió ocultándolo de ellas y las miró molesta, haciéndolas casi estallar en carcajadas... Luego cerró los ojos y al instante estaban los dos juntos en su cama y él ni se inmutó...

Aún estaban en la misma posición, Armando encima de ella, quien a su vez lo abrazaba entre protectora y algo posesiva... Le encantaba tenerlo así entre sus brazos y sentirlo tan a gusto y seguro como un niño indefenso en el regazo de su madre... Lo besó en la frente y de a poco empezó a despertarse...

Armando primero estaba algo confundido pero luego entendió que de alguna manera mágica llegaron a la habitación...

A: Hola preciosa ¿cómo te sientes?

B: Hola... Divinamente bien, fue muy lindo Armando.

A: Si, fue muy, pero muy lindo... ¿Viste que no me hiciste daño?

B: Si, y aún no me lo creo. Tengo que entender el porqué a ti no te pasó nada y así poder ayudar a mis hermanas.

A: Mira, tal vez sea porque yo me enamoré de ti sin conocer tu belleza y tu por amarme igual habiendo conocido lo peor de mi, sea lo que hace esto posible. Tú dices que tu hermana estaba muy enamorada, pero por lo que cuentas, el chico aquél no, ya que sólo le demostró interés cuando conoció su belleza.

MI DULCE BRUJITA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora