2. Si duele, ofende

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—Chenle vendrá en cuatro días—informa Donghyuck una vez entran a la habitación.

La suite es amplia y tan elegante que Mark casi teme dejar caer el elefante de porcelana que sostiene entre sus manos cuando Donghyuck habla.

—¿Por qué tanto?

—Dice que no se siente bien, y ese es el vuelo más próximo si quiere recuperarse.

—Luego le escribiré. Que pena, hombre.

Mark deja la figura en su lugar y observa las dos camas perfectamente cubiertas a un lado de la habitación. Aun si debían compartir habitación, era un alivio no tener que compartir almohada.

Donghyuck suelta su maleta. Y pronto se sienta en una de las camas que Mark tanto veía.

—Pido la matrimonial—se adelanta—De todas maneras Jaemin y Jeno, la habían pedido para Chenle y para mi.

Mark puede mirar la sonrisa con aires del menor adueñándose del colchón más grande. Donghyuck odiaba los cambios de planes, así que se refugiaría en eso.

—De acuerdo, puedes tenerla. No me importa mucho.

Pronto la sonrisa de Donghyuck decae y rueda los ojos.

—Olvídalo. No es divertido si no peleas por ella—Donghyuck se acuesta mirando al techo, había un hermoso candelabro encima suyo—Supongo que no has cambiado.

Mark deja de hacer lo que está haciendo y mira el delgado cuerpo del joven entre almohadas. Y sonríe porque irónicamente para él Donghyuck no es el mismo que cuando tenia 18 años.

—Auch. Espero que sea algo bueno.

—Si, es decir, de buena manera—junta sus labios pensativo y deja sus manos inquietas en su propio pecho, hipnotizado por el brillo de la lámpara—Siempre he pensado que eres muy pacifista.

Mark entonces ríe cuando los pensamientos de Donghyuck son puestos en palabras. Saca la ropa de playa que había traído y camina directo al baño para cambiarse.

—Lo haces sonar como si fuese un hippie.

Donghyuck se encoge de hombros y se sienta en la cama, para que su voz llegue hasta Mark.

—Puedes serlo. Ha pasado mucho tiempo desde la ultima vez que te vi.

Mark sale del baño con nada más que su short de playa y una camiseta sin manga, y puede observar a Donghyuck desviar su mirada a otra parte cuando toma asiento en su cama. Mark se coloca sus sandalias y decide dejar a solas al menor para que se cambie.

—Estaré esperando en la piscina. Y solo para aclarar, no soy un hippie.

Puede ver a Donghyuck rodar sus ojos antes de abandonar la habitación y caminar hasta el lobby para recorrer un poco del hotel.

Si algo podía acreditarle a Jeno y a Jaemin era en el gran trabajo que habían hecho para conseguir 5 noches en el resort más popular y de lujo de la ciudad. Casi le hacían sentir mal por estar allí de gratis, pues no solo la habitación era grande y con fina decoración, sino que todo el hotel tenía amplios pasillos y vegetación por doquier que hacía imposible que no te sintieras en el trópico.

A Jaemin le habría gustado. Pensando en su amigo, marca de memoria su número para contarle lo que había pasado.

—¿Hola? ¿Jaemin, cómo sigues?—siguiendo las flechas y carteles puede ver la gran piscina asomarse.

Viaje para DOS | Markhyuck Donde viven las historias. Descúbrelo ahora