Cuentos de Calzón Chino

#16 El Dragón y La Arena

Pese a la grandeza de sus hermanos y hermanas menores, nadie en los siete reinos se olvidaba del primogénito del Príncipe Daemon Targaryen. Nacido en el 95 después de la Conquista, Lord Baelon siempre tuvo marcados varios rasgos de la antigua Valyria, el cabello plateado lo tenía sobre los hombros y casi siempre lo tenía recogido, sus ojos violetas le brillaban juguetones y eran capaces de encantar a doncellas y plebeyas por igual. Pese a eso, tenía un físico fornido herencia de la familia de su madre, Lady Argella Baratheon, muerta en el parto

–Mi Señor..– Lo llamó una de las sirvientas –La Princesa Rhaenyra está aquí

Se levantó extrañado pero contento de ver a su ya no tan pequeña prima

–Voy en seguida. Por favor ve que le paguen a la prostituta y que tengan listo mi desayuno, pan y filete de pescado.. Y un tarro de cerveza oscura para disfrutarlo– Con solo pensarlo se le hizo agua la boca –Y tocino, casi quemado

Tras una última palmada en el trasero de la prostituta partió a atender a su prima

–Nyra, ¿A qué se debe el honor?

La Princesa saltó sobre él y lo envolvió en un abrazo, pero al separarse le dio un puñetazo en el vientre

–Supe que vas a casarte

Él pretendió que no le dolió –No es un secreto.. Me comprometí en Desembarco del Rey hace un mes

–Pero no me lo dijiste

Todavía estaba contento con ser campeón de aquel torneo en Desembarco del Rey, ningún hombre fue capaz de someterlo en los combates cuerpo a cuerpo y logró derribar a todos en las justas, todo gracias a la prenda de la Doncella que lo atrapó

–Rompí cuatro lanzas antes de tirar a mi padre

La Princesa torció los ojos –Lo sé, estuve ahí. ¿Me vas a contar ya los detalles del compromiso?

–No sé exactamente que decir, sabes que no suelo ser muy romántico... Pero cuando vi a Lady Stark por primera vez... Me atrapó. Jamás había visto una doncella más hermosa, y los Dioses saben que he estado con muchas– Sonrió –La invité a bailar durante el festín, reímos, le canté un par de canciones.. Y cuando terminó la noche supe que la quería hacer mi esposa. Luego vino el torneo, gane, y con el sabor de la victoria no tuve mejor idea que visitar a Lord Stark en su tienda y pedirle la mano de su hija, fue difícil negarse, claro, puesto que estoy luego de ti y mi padre en la linea de sucesión ¿Recuerdas?

Le sonrió y le dio un beso en la mejilla –¿Cuando será la boda?

–Al final del invierno, por lo que quiero aprovechar estos meses que siga soltero

Ella frunció el ceño –¿De qué hablas?

–Ya sabes, luego de casarme no voy a tener otra mujer en mi cama, así que voy a hacer las siete antes de casarme

Hacer las siete era algo que hacían muchos hombres en Poniente, consistía en compartir el lecho con una mujer de cada región y en el caso de Baelon Targaryen era su despedida de la soltería

–Ella vendrá a vivir aquí luego de la boda, así que también le haré cambios al castillo

El Castillo de Piedra Tormenta y el pueblo que estaba bajando su montaña fueron un regalo de Lord Boremund para su nieto favorito, era un castillo mediano de piedra grisácea con cinco torres y una muralla de 15 metros, incluía un establo gigante donde dormía el enorme dragón Urrax, montura de Lord Baelon

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La Tormenta Veloz navegó tranquila por el Sangreverde hasta llegar a la ciudad portuaria de los Tablones, de ella bajó un hombre fornido y encapuchado que fue difícil de notar entre toda la gente