Lisia "Mi Lobelia Cantarina"

960 47 24
                                    

"Tu desconfianza me inquieta y tu silencio me ofende." Miguel de Unamuno

________________________________

Para Lisia:

Cuando era niño solía salir cada noche al jardín de mi casa para poder ver el cielo nocturno solo para ver las estrellas con el sueño de que algún día podría volar tan alto y las podría tocar, en ese entonces era demasiado ingenuo, hasta que llegaste a mi vida y me di cuenta que tocar las estrellas si era posible por qué ahora estabas a mi lado.

Me encontraba viajando por la región de Hoenn solo me hacía falta una medalla para poder participar en la liga por lo que nos dirigimos al último gimnasio que era el de cuidad Arrecipolis me encontraba tan emocionado estaba muy cerca de mi objetivo.

Nunca olvidaré ese sentimiento que tuve cuando te vi por primera vez al entrar en el gimnasio, ojos azulados como el jade, cabello celeste como una laguna, piel blanca como la porcelana, si alguien me preguntará cómo se verían las estrellas si estas llegarán a bajar a la tierra sin ninguna duda diría tu nombre.

Habías ido de visita con tu tío al gimnasio para conocer al antiguo maestro de tu tío y que esté te pudiera dar algunos consejos para mejorar en tu coordinación ya que habías obtenido tus cinco listones e ibas a competir en el gran festival, fue entonces cuando nos vistes llegar a un lado de Galano después de su show acuático.

Nuestras miradas conectaron y aún que solo fue un par de segundos estos se sintieron como una eternidad, el azul de tus ojos me tenía completamente hipnotizado puedo jurar que incluso durante esa fracción de segundo pude ver dentro de estos, estrellas brillando como si fueran gemas parecía una constelación completa en tu mirada desde ese momento supe que mi supe que mi sueño de niño se había cumplido y ahora me encontraba a un lado de una verdadera estrella.

La batalla termino donde al final resulte vencedor así obteniendo mi última medalla, tú te me acercaste muy emocionada preguntando mil cosas sobre el cuidado de mis Pokémon, el entrenamiento que realizamos, así como saber si era también coordinador, me estabas ahogando en tantas preguntas, si no hubiera sido por May que me salvó en ese momento me hubiera terminando desmayando, aún que probablemente no lo hizo para ayudarme sino más bien por qué estaba celosa.

Nosotros seguimos con nuestro viaje para que May pudiera obtener su último listón para competir en el gran festival y aún que tu nos querías acompañar tu tío Wallace te recordó todas las cosas que tenías pendientes en tu agenda por tu trabajo de Idol yo daba por finalizado este encuentro ya que muy pocas veces vuelvo a ver a las personas que conozco durante mi viaje, me encontraba triste por este rápido adiós pero es así como tenían que ser las cosas estaba decepcionado pero a la vez feliz ya que pude ver una estrella, pero parecía que tú no compartías el mismo pensamiento que yo ya que me diste tu número de teléfono privado para que pudiéramos estar en contacto.

Al principio me encontraba nervioso no sabía cómo iniciar la llamada o el que decir para ser sincero no sabía ni siquiera si podía marcarte, pero fue Brock el que me convenció de hablarte diciéndome que fuiste tú la que me había dado su número de teléfono que era más que obvio que si querías que te marcará por lo que reuní el coraje necesario para hacerlo.

Nunca podría olvidar nuestra primera llamada yo me encontraba sudando como loco por los nervios ya que aún que tuviera el coraje para marcarte no tenía la confianza para saber qué decir, pero todo ese sentimiento se fue cuando te vi a través de la pantalla del teléfono, tenías puesta una pijama celeste con decoraciones de nubes, tu pelo desordenado y un poco de baba cayendo por la comisura de tu boca, tengo que admitir que habrá sido mi culpa por marcar a las 12 de la noche, parecías distraída cuando te marque ya que no estabas prestabas atención a la pantalla hasta que hable fue entonces que de un segundo a otro estabas totalmente arreglada como si nunca hubiera pasado lo otro.

PasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora