Las citas de YoonGi salen mal, hasta que un error en su última cita lo lleva a conocer al Omega de sus sueños, ahora no puede apartar los ojos de él.
•Romance.
•Novela rosa.
•Omegaverse.
•Mpreg.
•Reencuentros de la vida.
. . Por fin, el amor ha llegado Y doy gracias a Dios que estoy vivo
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Dos semanas después.
"Fue un regalo de mi equipo de trabajo."
JiMin escupe el agua que hay en su boca y luego observa sus dientes recién cepillados en el espejo, saboreando el sabor a menta en su boca, luego se estira lo más que puede y sonríe.
-Eres lindo, eres genial, no lo olvides Park- Min, Min JiMin.-se corrige, pero su sonrisa no dura mucho, JiMin agita su cabeza, en negación y vuelve a sonreír.- Eres el mejor maestro del mundo, tus cachorros te aman.
cachorros... ya han pasado dos semanas desde aquello, pero cada que JiMin ve o piensa en algo referente a ellos, no puede evitar recordar: "Fue un regalo de mi equipo de trabajo."
De nuevo su sonrisa se apaga, y es cuando vuelve a mojarse la cara, para darse palabras de ánimo, una vez más.
Cuando sale del baño camina hasta la cocina, se pasea por el pasillo y la pulcritud, que se encuentra en su recorrido hasta la cocina, se expone ante sus ojos.
El apartamento en el que ambos viven es un loft, cuando ingresan el gran espacio y altura se exhibe ante sus ojos, la sala central tiene doble altura estando frente a una chimenea que mantiene simetrías modernas, luego están las escaleras que dirigen hacia las habitaciones y la terraza que da una gran vista a la ciudad, pero tanto a YoonGi y a JiMin les gusta apreciarla desde el gran ventanal que hay en su habitación, es una vista preciosa durante la noche, cuando ambos se paran ahí, abrazados, mirando las luces que empiezan a aparecer por todas partes , luego se convierte en una vista romántica cuando unen sus labios en un dulce beso.
JiMin ya se grabó cada rincón del apartamento, admite que es increíble, grande, moderna y que es un lugar en la que realmente jamás creyó que habitaría, quizá porque no aspiraba a ello, no por conformista, simplemente porque siempre le gusto verse dentro de una vida sencilla, el apartamento en el que vivía era muestra de ello, pequeño, rustico, y que al salir viera las calles tranquilas, que las risas de los cachorros llegasen a sus oídos y que el olor a pan recién horneado llegase a su nariz, oler las notas de naranja mezclada con la harina y la azúcar era su parte favorita al comenzar el día, pero ahora se siente melancólico cuando al salir ahora ve la gran ciudad extenderse frente a él, seguido de la prisa de la gente, sumada a los aromas a mero estrés, nada parecido a los aromas de una panaderia.
Pero está bien, está empezando una nueva vida junto con YoonGi, y a prometido dar su mayor esfuerzo.
Atrapa a YoonGi por la espalda, apoyando su mejilla contra ella, YoonGi apenas dejo su taza vacía de café sobre la tarja, cuando los brazos de JiMin lo atacan en un suave abrazo.
