Las citas de YoonGi salen mal, hasta que un error en su última cita lo lleva a conocer al Omega de sus sueños, ahora no puede apartar los ojos de él.
•Romance.
•Novela rosa.
•Omegaverse.
•Mpreg.
•Reencuentros de la vida.
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—¡YoonGi! Hola.
YoonGi hizó perezosos sus pasos a medida que llegaba hasta JiMin, quien se asomó desde la misma cafetería del día anterior, el entusiasmo de JiMin era llano al día anterior, YoonGi no entendía por qué JiMin estaba alegre de verlo, quería preguntar, pero no sabía cómo.
"¿Por qué te alegras al verme? Nos acabamos de conocer y nos vimos ayer."
Incluso en sus pensamientos, el tono de sus palabras era rudo, sabía que si preguntaba, el tinte de sus palabras saldrían frías, pintando en un tono molesto, aunque no lo estaba en lo absoluto, YoonGi no quería que JiMin se alejara al pensar que él no compartía la misma energía al verlo, porque no era así
Guardó sus preguntas, de vez en cuando miraba disimulado, JiMin llevaba lentes ese día, su rostro lucía más pequeño, y cuando acercaba la taza de café a sus labios su rostro desaparecía detrás de la porcelana, causando gracia en el alfa, bebieron café, YoonGi escuchó atento el día de JiMin, quien solo hablaba de sus pequeños alumnos, y una que otra anécdota de sus amigos.
JiMin en ningún momento habló de si mismo, y aunque YoonGi sabía que le apasionaba, cómo educar y arreglar cabellos ajenos, YoonGi quería escuchar más, a lo mucho sabía que JiMin tenía gusto por los girasoles y el color que asociaba a ellas, YoonGi no sabía que nombre ponerle a su interés por saber más de JiMin y esa inquietud la ahogó en el café.
Solo estaba siendo impulsivo y cuando se planteaba los posibles motivos, retrocedía, tenía miedo de encontrar la respuesta.
—Mira esto.—JiMin sacó un bote pequeño, en forma de un oso, sostenía el recipiente con la misma alegría con la que sostenía la plática con YoonGi.
YoonGi miró confundido, alzó las cejas y asintió, "claro, comprendo" Quería darle a entender a JiMin, pero no estaba seguro de mucho, JiMin se sostenía en un tema y luego se iba a otro, el omega tenía una paciencia interminable ante un alfa tan callado como YoonGi.
Taehyung se mordía el labio inferior, y limpiaba con fuerza una mesa, mirando de vez en cuando a la mesa de su amigo y pasando ocasionalmente cerca de esta, para atender a otros clientes, se preguntaba por qué JiMin ponía tanto empeño en hacer que la conversación funcionará, si a sus ojos YoonGi no demostraba interés.
—¡Son burbujas! vamos a soplar algunas.
Dijo JiMin, YoonGi aflojó el agarre en el asa de la taza.
JiMin sostenía fuerte la idea y abrió el recipiente, entonces YoonGi dejó su taza sobre la mesa.
—No lo hagas.—dijo y JiMin detuvo su intención, mirando a YoonGi, parpadeando confundido, YoonGi incluso se sorprendió de la dureza de su oración.
