Afterlife |Suayeon|

Capítulo 36: Afterlife

Sua despertó. Lo último que recordaba era a Siyeon diciéndole que la amaba. Estaba contenta de saber que ahora podían estar juntas ya que se sentía mejor.
La enfermera la sacó de sus pensamientos.

- Buenos días, aún no puede comer así que le daremos nutrientes mediante el suero.

- Bien.-apenas pudo hablar.

- Descanse.

Si bien estaba feliz de estar viva, sentía un vacío. Algo no andaba bien. Tal vez estaba exagerando o simplemente era la anestesia que no terminaba de salir de su sistema.

Luego de una semana y media pudo salir del hospital. No tuvo contacto con nadie así que estaba ansiosa de ver a sus amigas y a Siyeon. Al salir vio a todas las chicas ahora ya no tan chicas. Todo parecia estar ¿normal? Pero, ¿por qué se veían tristes? ¿Por qué estaban Yoohyeon y Jiu? Se supone que debían estar en Italia.

- ¡Amigas! ¿Cómo están?

- Bien, ahora que tú estás mejor.

- Me alegra mucho.

- ¿Cómo te sientes?-preguntó Jiu con los ojos llorosos.

- De maravilla... Oigan, ¿y Siyeon?

Sua se sintió rara cuando todas la miraron. No entendía qué pasaba.

- ¿Llega tarde?

- Cómo te explicamos Bora.

- ¿Explicarme qué? No jueguen conmigo chicas.

- Mmm...

- Tú dile Yoohyeon.-dijo Dami abrazando a Gahyeon- Tú sabes cómo hablarle.

- Bora... Si-Siyeon fue quién donó sus pulmones.

- ¿Qué?

- Ella quiso darte su vida. Siyeon donó sus pulmones para que pudieras salvarte. Lo que hizo fue por amor.

- Si esto es una broma es de muy mal gusto.-dijo enojada.

- Es cierto.-contestó Minji llorando.

- Ella te amaba demasiado y quería lo mejor para ti.

- Gahyeon tiene razón. Siyeon prefirió morir por ti porque te amaba.

- Pero...-pausó y lloró.

- Lo sé, sé que duele pero fue su decisión.-dijo Jiu.

- ¿Y Seonghwa?

- Está muy deprimido. No quiere salir de su habitación, y si lo hace es sólo para beber.

- ¿Por qué hizo esto?

- Por amor.

- Pero terminó así.

Bora terminó por romperse en llanto. Todas la consolaron y abrazaron pero sabían que poco serviría. Se trataba de su alma gemela, quién había prometido encontrarla en otra vida. Quién amaba cada parte de ella y quién la cuidaría por siempre, como lo hizo en ese momento en que decidió donar sus órganos.

Pasó un mes y la vida de Sua se hacía cada vez más deprimente. Antes por lo menos intentaba salir cuando alguna la invitaba. Ahora simplemente decía que estaba ocupada para quedarse en casa, con todos los recuerdos de Siyeon. No quería olvidarla. Se ponía su ropa, usaba su perfume, se acostaba en la cama pensando en que ella la abrazaba, recordaba su tacto y la forma en la que la besaba. Quería acordarse de cada detalle de su esposa.

En las noches lloraba mientras escuchaba "My dearest love". Cada vez que la voz de Siyeon sonaba sentía un escalofrío recorrer su cuerpo. La letra de la canción no ayudaba, pues hablaba de un amor tan hermoso que nunca tendría final. Un amor que seguiría en otra vida, aunque encontrarlo sea difícil.

Poco a poco su alma se fue apagando, llorar se volvió parte de su rutina de todos los días. Tenía pensamientos que no la dejaban dormir. Tal vez si no hubiese sido tan adicta al cigarro, su dulce amada seguiría con ella.
No soportaba vivir una vida en la que Siyeon no estuviera. Quería morir para poder reencontrarse con ella. El dolor era insoportable, ya ni siquiera podía llamarse vida eso que Sua tenía.

Una noche fue a dormir esperando verla en sus sueños. Nada soñó. Era como si su existencia se hubiese borrado del planeta. A la mañana siguiente ya no despertó, Bora había fallecido debido a la soledad que sentía. Lo único que le quedaba era encontrarla en la siguiente vida, como Siyeon le había prometido que haría. Esperaba toparse con ella y volver a enamorarse como si fuera la primera vez. No dejaría que su amor terminara ahí. La encontraría para poder amarla las veces que sean necesarias, nunca se detendrá. No hasta saber que su amada estaba con ella.
No hasta estar en la siguiente vida juntas.

FIN