El Dios Maya y la Princesa Wakandiana (Namor x Shuri)

Capítulo 23 Atrapadas

A Riri le dolía la cabeza y se sentía mareada, las luces eran demasiado blancas, intento sentarse pero todo el cuarto le daba vueltas

- Hey niña ¿estás bien? ¿Cómo te sientes?- Preguntó Okoye con aire maternal, tomándola de los hombros para evitar que se cayera

- Okoye ¿Qué paso?

- Una emboscada, soltaron un explosivo a fuera de las instalaciones para despistarnos, después apagaron las luces, nos sedaron y nos trajeron aquí, cuando desperté solo estábamos tu y yo en esta celda

- ¿Shuri?

- Ni idea, me quitaron mi lanza y mis perlas kimoyo no puedo comunicarme con ella

La puerta se abrió y un guardia entró

- ¿Qué pasa? Señor ¿dónde estamos?-

- ¡CALLATE NIÑA!- gritó el hombre y golpeo la celda con un garrote asustando a la mas joven pero enfureciendo a Okoye- Ustedes no nos interesan, solo nos interesa la princesa, ustedes son inútiles

- ¿Para qué quieren a Shuri?- preguntó Riri asustada por su amiga

- La jefa tiene grandes planes para ella- termino tajantemente y se acercó a la puerta con la disposición de vigilar a ambas mujeres

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Al otro de lado del mismo complejo una princesa de piel morena se despertaba en una celda, cuando por fin recobró el conocimiento vio a una guerrera de piel azul celeste tirada junto a ella

- ¡Namora!- exclamó la joven preocupada- déjame ayudarte

- Gracias princesa- susurró cansada, tenía un enorme corte en el muslo y otro en el brazo derecho, sin pensarlo Shuri rasgo su playera para envolver las heridas. Shuri no pudo evitar asustarse al ver la apariencia de Namora, su piel estaba más pálida, le habían quitado el respirador de la boca, pero habían mantenido el del cuello, con agua suficiente para mantenerla viva pero demasiado débil para pelear

- Namora estas demasiado pálida, necesito encontrar agua para ti de inmediato- Shuri se mostraba tranquila pero estaba desesperada por dentro, no permitiría que Namora muriera mientras estaba con ella, por otro lado la celda estaba vacía, no era más que un rectángulo con 2 camas , barrotes y una asquerosa luz fluorescente, un lugar medieval que limitaba sus opciones de escapar

- No, tranquila no te preocupes- dijo, tomándola de la mano con fuerza- creo que me lo merezco

- Namora ¿qué dices?

- Me torturaron Shuri, me torturaron por horas, les hable de Namor y de ti y la unión entre ambos reinos- las lágrimas empezaron a formarse en sus profundos ojos negros- espero recibir tu perdón y el de mi primo

- Namora, jamás te juzgaría si fuiste torturada

- Lo sé, pero ahora sé que merezco la muerte, no debí mencionar a Kuk ul kan frente a esa horrible mujer

- No Namora no digas eso...- sollozó Shuri, ya había perdido a su padre, la idea de que alguien muriera en sus brazos la aterraba

- Princesa, me torturaron de manera cruel, créeme que prefiero morir a que esos colonizadores me pongan las manos encima de nuevo

- Te sacare antes de que eso pase, te lo prometo- sus ojos recorrían a toda velocidad la celda buscando cualquier mínimo detalle o falla que le permitiera salir de ahí y conseguir agua