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Nᴀʀʀᴀ ʀᴏɴɴʏ
Llegue al gimnasio una hora antes, para preparar todo tranquilo antes de que llegaran las chicas, pero al ingresar me encontre con la sorpresa que lia ya se encontraba pegandole al saco de box.
Frunci al ceño al verla tan molesta con el saco de box. Deje mi mochila aun costado y con cuidado me acerque hasta ella, tenia sus auriculares puestos y no queria asustarla, y llevarme un golpe.
—Lleva una hora así, sin parar.—Me dijo la chica de la limpieza. Me sorprendio un poco, pero me lo esperaba.
—Lia, lia..—La llame y toque su hombro ligeramente. Ella me miro con sorpresa y con la respiración super agitada.—¿Estas bien? Falta una hora para el entrenamiento.
—Lo se, pero.. Quise llegar antes por si acaso.—Murmuro ella, y se encamino hasta sus cosas. Bebio agua y me miro con una ligera sonrisa.
—¿Y por qué estabas tan enfadada?
Consulte.
—¿Enfadada?
—Si, pegabas con enojo. Lo note. Aparte, la chica de limpieza dijo que llevas una hora así, pegandole sin parar, te puedes lastimar, lia.—Le adverti.
—Solo.. No se, creo que es mi forma de controlar mis emociones. Estaba enojada y necesitaba descargarlo de alguna manera.—Confeso.
—¿Qué te trae enojada morra?—Le pregunte mientras comenzaba a acomodar las cosas, mientras ella descansaba un poco.
—Lia.
Me corrigió.
—Bonita.
—Tambien, puedes.—Me sonrió y asenti, devolviendole la sonrisa.—Estaba enojada porque tengo un ex idiota y su nueva novia no deja de intentar buscarme pelea, es todo tan infantil.
—¿Dejas que todos los chicos te llames bonita?
Ella negó.—Solo a los que parecen marihuanos.—Se río al ver mi expresión confundida.—Joda, no te enfades. Te dejo por bonito.—Volvio a sonreirme. Tenia una sonrisa deslumbrante, muy linda. Podia acostumbrarme a verla sonreir todos los dias.
—¿Así nos vamos a llevar?—La mire con picardía. Era divertido verla reir con nervios.
—Callate, no le digas a rivers.—Me advirtió entre risas.—No pueden saber que te llame bonito.
—Estoy de acuerdo en eso, bonita. No le digas a ari.
—Bien.
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—Nos vemos mañana. Fue un gran entrenamiento.—Se acerco lia, a saludarme. Todos ya se habian ido a seguir con sus cosas, solo quedábamos nosotros. Ella se habia quedado para ayudarme a ordenar las cosas.—Gracias.
—Deja de agradecerme, ya te dije que no me molesta entrenarte y que es un honor hacerlo.—Le repeti. Habia perdido la cuenta de cuantas veces me agradeció.
—Lo lamento, pero en serio esto es muy importante para mi y no puedo no agradecerte.—Me miro.—Nos vemos mañana, ronny.
—¿A la misma hora que hoy, bonita?
Me atrevi a preguntar. Ella me miro con confusión, pero termino sonriendo con diversion, eso me dejo tranquilo, no queria parecer un idiota con ella.
