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Nᴀʀʀᴀ ʀᴏɴɴʏ
Ella estaba sobre el ring dándose en la madre con rivers, pero yo no podia pensar en otra cosa que no fueran sus manos recorriendo mi cuerpo y eso me ponia nervioso, no estaba seguro si había sido una buena idea mezclar trabajo con amor.
—Muy bien, chicas.—Las felicite cuando la campana sonó, indicándoles que se separen. Choque los cinco con ambas.—Descansen un momento y seguimos.
Ella bajo del ring y se quito la remera, quedando en top deportivo. Habia unos chicos entrenando y todos se quedaron viéndola, no había cosa que me molestara más. Me acerque a ella, aprovechando que rivers se habia ido al baño. Era complicado que nadie supiera.
—Hola, bonito.—Me sonrió antes de tomar agua. Lucia tan linda, a pesar de recien terminar de hacer un sparring.
—Se te va a poner el ojo morado. Te dio duro.—Comente viendo la marca que comenzaba a marcarse bajo su ojo izquierdo.
—Si, es dura la pendeja.—Suspiro con cansancio.—Me duele un poco, pero no es nada.
Asentí ligeramente a sus palabras, sin sacarle la mirada de encima.—¿Quieres ir a cenar? Esta noche.
—¿Contigo? Por supuesto.
—¿Qué te gustaria cenar?
—A ti, ¿Se puede?
La mire con sorpresa. No esperaba ese comentario para nada.—Ese es el postre, bonita.
—Oh.. Esta bien, entonces quiero pasta.
—Bien, pasta será.
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Rᴇᴅ sᴏᴄɪᴀʟ. <Iɴsᴛᴀɢʀᴀᴍ>
Iᴛs.ᴀʟɪᴀʜ
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