Kim Jisoo detective del FBI, encargada de un grupo de más de treinta trabajadores policiales.
Jennie Ruby Jane recientemente asignada al cuartel de los ángeles, detective y sin duda la mejor en su trabajo... aunque eso es lo que los papeles de Namj...
—Kim tiene algo que me gusta, no me la puedo sacar de la cabeza.
—Ya se te pasará—, murmuró Félix. —Cualquier mujer se moriría por tus huesos, busca otra azabache.
—No quiero otra, ella es linda—, bebí de mi vaso de vodka. —Y tiene un hijo que se llama Vodka justamente.
—Jennie, dudo que se llame vodka—, murmura Jungkook.
—Que sí.
—Se llama Ron, Jennie.
—Yo soy el diablo, sí digo que se llama vodka se llama así.
El ambiente del club era muy interesante. Mujeres lindas por todos lados.
—Me gusta—, murmuré al ver a la rubia que no dejaba de mirarme mientras bailaba. Acomode mi traje y levanté mi vaso brindando con ella. —Preguntale si quiere verme después en mi departamento—, le dije a Jungkook.
Jungkook se levantó y caminó hasta ella.
—Pensé que te gustaba Kim— murmuró.
—Quiero tener sexo con Kim, no me gusta—, sonreí. —Si me ayudas con eso, le diré a Taehyung que salga contigo—, sonreí y me levanté para observar el club con mayor claridad.
De pronto la rubia apareció a mi lado sonriente.
—Hey, ¿por qué envias a tu amigo a hablarme? ¿Eres tímida?— preguntó.
Me giré y le di mi mejor mirada cazadora.
—No...— miré su escote descaradamente y luego sus ojos. —Es sólo que debía resolver unos pendientes para estar libre para ti en la noche... toda la noche, de hecho— sonreí y ella se sonrojó.
—Soy Minnie Manoban, un gusto— estiró su mano y la estreché.
—Jennie Ruby Jane, el diablo— sonreí.
Ella soltó una risita nerviosa.
—Interesante. Y señora... diablo—, sonrió. —¿Va a castigarme?
