「ღ」Capítulo 8.

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A la mañana siguiente fui en busca de Caro

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A la mañana siguiente fui en busca de Caro. Su madre, que ya llevaba puesto su bonito uniforme de enfermera, se estaba marchando al trabajo así que me dejó pasar. Subí las escaleras, y conforme me acercaba a su habitación, su reproductor de música cambió de canción y Ojos así de Shakira comenzó a inundar el ambiente. Toqué la puerta, Caro, quien tenía una pañoleta en la cabeza y la aspiradora fuertemente sujetada en la mano izquierda, me sonrió mientras hacía una pequeña reverencia.

—Su majestad —añade con diversión mientras se hace a un lado—. Llegas en buen momento, acabo de mover todo para que mi fen shui no se vea afectado.

—¿Tu fen que?

—No lo entenderías pequeño saltamontes —tras decir esto ella rió, dejó las cosas a un lado y se tumbó en la cama—. Mi mamá dejó algo de dinero, aunque sobró pachamanca de ayer. Si quieres podemos almorzar eso, o... bien podríamos pedir una suculenta hamburguesa de Burger.

—No creo que pueda comer nada ahora —confesé—. Mira.

Le di mi celular a Caro, ella lo tomó entre sus manos y cuando terminó de leer, comenzó a brincar de la emoción en su lugar, aunque claro, luego de darse cuenta de mi expresión pausó su celebración de golpe.

—Ay no, dime que no te pasó lo que creo que pasó —asentí, ella me dio unas ligeras palmaditas en la espalda—. Zoey, nena preciosa, luz de mis ojos, ¿qué es lo que te asusta?

—Que Sky salga de alguna u otra forma en algún medio y volverme el foco de atención en la escuela.

—Bueno, tienes un punto, me gustaría contradecirte, pero es poco probable que eso no pase —añade mientras suspira—. Entonces... supongo que no irás.

—No lo sé —confesé, y ella sujetó mis manos—. Me muero por ir... pero, es que, Dios, Carolina, este maldito problema que tengo una vez más me está frenando.

Ella se quedó observándome y luego me dio un abrazo.

—Zoey, mi nena hermosa, aunque no estuve allí ese día estoy segura de que esos jueces son unos desorejados —tras decir esto ella toma mi rostro entre sus manos—. ¿Qué puede saber la señora Lilith de talento?, la mujer no lo reconocería ni aunque este la mordiera. Sé que no ganaste ese día, pero... ya es momento de soltar.

—No es tan fácil como parece, Caro...

—¡Tengo una idea brillante! —en cuanto dijo esto se puso de pie como un rayo y corrió hasta la puerta de su cuarto—. Espera, creo que lo que te quiero dar está en la parte de abajo ¡Vuelvo enseguida!

No pude evitar suspirar luego de escucharla.

Nunca le dije a Caro que era lo que había pasado en la primera, era quizás el único secreto que tenía con ella.

Mi sueño de niña había sido cantar, y mi padre, haciendo un enorme esfuerzo pese a nuestra situación económica de ese tiempo, había conseguido inscribirme en unas clases de canto particulares. Mi maestra era muy buena y estaba maravillada con mi voz, inclusive en más de una ocasión, le había hecho saber a mi familia que veía un brillante futuro en mí si continuaba por ese camino.

Viaje a las estrellas [✓] | [EDM #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora