𝐏𝐨𝐝𝐞𝐫 𝐨𝐜𝐮𝐥𝐭𝐨 || 𝐌𝐚𝐣𝐢𝐧 𝐁𝐮𝐮

𝐕𝐈𝐈𝐈. 𝐃𝐞𝐬𝐝𝐞 𝐜𝐞𝐫𝐨

Pasaron cuatro meses desde que vencieron a 21. Goku se empeño en recuperar el tiempo perdido con Gohan y Goten, los llevó a pescar y entrenaron juntos. Mik estaba muy feliz.

Vegeta seguía entrenando constantemente, pero trataba de pasar más tiempo con Trunks. Bulma noto el cambio en él y sonrió. Pero esa sonrisa se borró al mirar el calendario en su oficina. Tres días sin saber algo de Majin Buu.

—¡Dijiste que podría volver! —Gritó a Goku.

—Así es, no estoy mintiendo —Goku miró a Bulma—. Por favor, las esferas del dragón podrán ser usadas dentro de cuatro meses, solo entonces podrás pedir el deseo.

En ese momento limpio sus lágrimas e hizo lo que le pidió, pero que tanto puede estar tardando ese monstruo, debería haber encontrado esas esferas rápido. No tiene modo de contactarlo.

Salió a su jardín y se encontró con su madre llorando.

—Mamá, ¿Qué ocurre? —Preguntó tocando su hombro.

—Ay querida, extraño mucho a mi Rubí —Era la primera vez que la veía llorar.

—Pronto volverá —Dijo y volteó a ver al cerdito de Rubí.

Estaba recostado frente a su plato de comida, no había comido casi nada y se veía triste.

—¿Dónde estarás,  Majin... —Su pregunta se interrumpio con un brusco aterrizaje de Buu, dejando un cráter en el jardín.

—¡Tú! —Se dirigió a Bulma y ella con el ceño fruncido se acercó a él molesta.

—¡¿Por qué tardaste tanto?!¡¿Dónde están las esferas del dragón?! —Exclamó sin temor, Buu enseñó su bolsa con todas las esferas.

—Estuve tratando de pedir mi deseo y no funcionó —Dijo casi apretando los dientes.

—¡Eres un idiota, te dije que volvieras! —tomó las esferas y las dejo en el suelo—. ¡Shen Long, sal de ahí y cumple mi deseo!

Las esferas se iluminaron y el cielo se oscureció dejando ver la figura de aquel gran dragón.

—Te concederé tres deseos —Dijo.

—pide tu deseo —Miró a Buu.

Este estaba un poco sorprendido.

—¡Quiero que mi Rubí resucite! —Exclamó.

—Eso es fácil —Dijo y sus ojos se iluminaron.

Hubo un gran resplandor cegador. Cuando se desvaneció, Buu divisó el cuerpo de Rubí recostado en el suelo, se quedó boquiabierto. Ella abrió los ojos y se levantó, miró a su alrededor y parecía confundida al ver a todos allí. El corazón de Buu se ablando cuando ella lo miró a los ojos.

Buu corrió hacia ella y la abrazó.

—Díganme cual es su otro deseo —Dijo Shen Long.

—Eso seria todo, gracias —Dijo Bulma y Shen Long se fue y esparció todas las esferas.

—Creí que no volvería a verte —Buu la miró con una sonrisa amplia, ella se veía confundida.

—¿Y 21?¿Qué pasó? —Preguntó.

—Moriste —dijo bulma—. Vencimos a 21. Buu busco las esferas del dragón para traerte de vuelta.

Ella miró a Buu y lo abrazó.

—Mi niña volvió —Murmuró la madre de bulma feliz—. Iré a preparar su postre.

El cerdito de Rubí trataba de llamar su atención.