Capítulo 1

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Noah

Primer día en el nuevo instituto y ya llegaba tarde. El despertador no sonó y Miguel, el chófer de papá, no sabía cómo llegar.

La primera clase fue toda una mierda, le caí mal a mi profesor y todos mis compañeros se rieron de mí por llevar la chaqueta al revés.

Genial.

En la segunda clase pensé que iba ir un poco mejor, pero sin querer le tiré un bote de pintura a mi compañero.

Y en la tercera ni hablar, mezclé dos líquidos indebidos y sin querer hice una mini explosión en el laboratorio.

Ya todo el mundo me conocía por ''la chica patosa''.

Era la hora del almuerzo y como predije nadie se me quiso presentar, nadie menos una chica.

—¿Noah? Noah Clark, ¿eres tú?— dijo una chica pelinegra sorprendida —No puede ser, eres tú.

La chica no tardó mucho en correr y abalanzarse hacia mí y darme un abrazo que casi me asfixia.

Me acuerdo perfectamente de ella. Mía Smith, una de mis mejores amigas cuando vivía en Los Ángeles. Perdimos el contacto hace dos años cuando se tuvo que mudar a Nueva York, y pues no le había dicho que me había mudado.

—Yo también te he echado de menos Mía— digo correspondiéndole el abrazo.

—¿Bromeas? Si me hubieras echado de menos habrías aunque sea avisado de que venías a Nueva York— habla enfadada.

Ella era alta y de pelo largo y negro. Sus ojos eran marrones y grandes y sus pecas estaban por toda su cara. Siempre había tenido un buen gusto en la ropa, y ahora más por ver cómo complementaba sus anillos, collares y maquillaje con el uniforme escolar. Era bonita, muy bonita. Ella tenía un buen sentido del humor y el sarcasmo no se quedaba atrás. Todo eso lo complementaba con una actitud bromista y coqueta.

—¿Noah? ¿Estás bien?— dice al verme ida.

—Sí, estoy perfectamente bien— afirmo.

Ella me arrastró por todo el comedor hasta quedarnos enfrente de unos chicos.

—Te presento a mi pequeño grupo de amigos Leo y Lynn— dice señalando emocionada a cada uno.

—¡Tú debes de ser Noah!— habla Leo —Ni medio día llevas y todo el instituto está hablando de tí.

—¡Leo!— exclama Lynn —Tampoco es para que lo digas así —dice regañándolo.

Me avergüenzo al notar que todo el instituto ya sabe de mi existencia, y mi cara no tarda en tornarse roja.

Leo era un chico alto pero flaco. Tenía el pelo rubio y unos labios carnosos. Se podía ver desde el cristal de sus gafas sus bonitos ojos verdes. En actitud parecía ser un chico gracioso y directo.Y no creo que tenga mucha pena en decir las cosas.

En cambio Lynn era una chica asiática y muy guapa. Tenía el pelo largo y negro, sus ojos negros rasgados le daban personalidad y ni hablar de su cuerpo. Ahora mismo sentía una mini envidia al ver como el uniforme se le ceñía perfectamente a su cuerpo.

—Yo soy Lynn— se presenta de forma amistosa dándome un abrazo caluroso.

—Leo, tampoco le digas eso— le reprende Mía —Noah es nueva en la Academia y debemos tratarla bien.

—¡Pero si lo digo para bien!, yo ya estoy a sus pies al enterarme de lo que hizo en el laboratorio— habla con orgullo Leo —El profesor Jones se merecía una lección.

—Pero no fue mejor que haberle tirado un bote de pintura a Alan, ese capullo es insoportable— dice ahora Lynn.

—Pues espero que no me ocurra nada más hoy, ya todos los profesores me tienen en el punto de mira— digo con confianza para sentarme en la mesa.

Spider-Woman: Un nuevo corazón | Gwen Stacy x oc femeninoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora