Capitulo 3

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Noah

No sé dónde se estaba metiendo Gwen, pero en cuanto veo la oscuridad y el frío distingo que estamos en la parte trasera del bar.

—¿Por qué me sigues Clark?— responde una Gwen muy cerca de mí. Me había pegado un susto al ver que apareció de la nada y ya había deducido que se había dado cuenta que la seguía, y eso de cierta forma me daba vergüenza.

—No sabía que tocabas la batería, lo haces bien— digo nerviosa.

—No cambies de tema Noah, ¿por qué me seguías?— habla más cerca ahora.

—¿No lo sé?— respondo tontamente.

—¿Cómo que no lo sabes?

—Osea sí, lo sé— veo mi excusa perfecta — No has venido en una semana al internado, por si no lo sabes tú y yo tenemos un proyecto juntas, no tengo tu número de teléfono, tu dirección y menos tu correo electrónico— digo ¿molesta?

—Así que es eso, te preocupas por tus notas— se muerde el labio sabiendo que es mentira —Hay solución para eso castaña, quedamos en tu casa y lo hacemos— dice con simpleza.

—¿Por qué no en una cafetería?— sugiero. Parece que esa idea no le gusta por como me mira.

—¿Por qué no en tu casa? ¿Tienes algo que esconder?— se burla.

—Claro que no— hablo segura, pero mis posters de Spider-Man dicen lo contrario.

—Pues a las tres en tu casa mañana— dijo para alejarse, pero parece que se acordó de algo por cómo retrocedió —Tu móvil.

—¿Qué?

—Que me des tu móvil— demanda.

Desconfiada le paso mi móvil y ella no tarda en dármelo, lo miro y me sonrojo un poco.

–¿En serio tenías que poner esto?— hablo avergonzada.

En mi móvil se reflejaba el número de teléfono de la rubia, la cual se había apellidado -La baterista sexy-. Mi sangre no tardó en subir y mis mejillas estaban completamente rojas.

—Para que no te quejes de que no tienes mi número— se encogió de hombros —Además, vi como me mirabas en el escenario, deberías disimular un poco más castaña— dijo para después irse.

Vale, si antes estaba roja imagínate ahora. Parecía un tomate reencarnado. En medio de mi casi muerte por la pena una raña se coló por mi pierna. No me había dado cuenta hasta que escaló en mi brazo y me picó. Me dió asco haber sentido sus patas en mi cuerpo así que la soplé.

Me sentí mareada,  veía el sitio girar a mi alrededor y podía oír todo de una manera escalofriante, pero le resté importancia y volví al bar a tranquilizarme un poco. 

La banda de Gwen tocó una hora más hasta dar por dada la noche. Me había pasado un poco con las cervezas y caminaba a duras penas. ¿Lo peor de esta situación? Que yo era la más sobria. Mía estaba llorando por su ex, Leo estaba ¿ligando con una planta? y Lynn estaba bailando encima del escenario.

Menudos amigos conseguí.

No sabía cómo iba a llegar a casa porque esos tres estúpidos vivían cerca, en menos de veinte minutos caminando ya estaban en sus lujosas casas. Mi problema era que yo vivía una hora a pie de este lugar, y sin esos tres no sabía que iba a hacer.

Decidí no preocuparme por eso ahora e intentar llevar a mis amigos a casa. Tardé más de media hora en poder sacarlos del bar y unos 40 min en llegar a sus casas, Lynn no podía caminar, Mía lloraba desconsoladamente y Leo me coqueteaba sin vergüenza.

Cuando dejé a cada uno en su respectiva casa me fuí caminando al bar otra vez hasta pensar en qué hacer. Hacía frío y estaba bastante oscuro, no debería haber traído falda. Miraba a todos lados para ver si alguien me seguía e intentaba bajarme la falda todo lo posible. Cuando llegué al bar estaba casi cerrando y me daba miedo coger un taxi a esta hora.

—¿Noah? ¿Qué haces aquí a esta hora y además sola?— habló Gwen preocupada.

Llevaba una sudadera gris ancha y unos pantalones vaqueros anchos también. Nunca me había alegrado tanto de ver a Gwen.

—Mis amigos estaban muy borrachos para llevarme a casa.

—¿Y por qué no me llamaste a mi? A lo mejor te podría haber ayudado.

—Pensé que estabas ocupada— invento. La verdad me daba vergüenza pedirle el favor.

—Creo que mi padre te puede llevar, déjame que lo llame y nos lleva.

—No tienes que ser tan amable Gwen— digo avergonzada, me da pena que su padre venga a por nosotras pasadas las 12 y encima que me lleve a mi casa.

—No te voy a dejar aquí tirada Noah, déjame ayudarte, te debo el favor, ¿no?— dice haciendo referencia a lo de la cafetería.

Tenía ganas de preguntarle por qué no hizo nada ese día, pero no somos amigas para tener esa confianza. Me quedé callada unos minutos mientras Gwen llamaba a su padre, parecía que lo quería por como hablaba con él. Unos diez minutos después el padre de Gwen estaba en frente del bar.

—¿Cómo estuvo el concierto?— pregunta el padre de Gwen nada más verla entrar, y yo en cambio me voy al asiento trasero.

—Bien, vino más gente de lo normal. Esta noche triunfamos— habla con orgullo.

—Supongo que tu eres Noah— habla ahora girándose el padre de la ojiazul, dándome cuenta que era el capitán Stacy, papá hablaba mucho de él —Gwen me ha hablado demasiado de ti.

—¡Papá!— grita la rubia —Fue por lo que hiciste en el comedor— intenta mentir pero se puso nerviosa.

—Un gusto capitán Stacy, mi padre habla mucho de ti, dice que eres un gran hombre— hablo torpemente intentando que no me intimide.

—¿Y quién es tu padre? Si habla mucho de mí debería conocerlo, ¿no crees?— me mira por el retrovisor.

—Joe Clark— admito un poco avergonzada.

—¿Joe Clark es tu padre?— habla asombrado el capitán Stacy —¿El empresario millonario Joe Clark?— sigue sin creérselo.

—Papá, ¿no crees que te tienes que cortar un poco?— dice ahora Gwen dándome una sonrisa avergonzada.

El resto del camino a casa es normal, George, el padre de Gwen, me caía bastante bien. Era muy simpático y divertido; siempre que le gustaba una canción de la radio la ponía a todo volumen y empezaba a cantar, mientras que yo me reía, Gwen intentaba quitar la canción avergonzada. Cuando llegamos él se despidió muy amablemente y Gwen se bajó para acompañarme a la puerta de mi casa.

—Gracias por llevarme a casa— digo —Me salvaste la vida.

—No las agradezcas— contesta riéndose.

Se iba a dar la vuelta para irse pero le agarré del brazo y le dí un abrazo —Hasta mañana, amiga— digo insinuando que quería tener su amistad y una referencia que fuera a clase de una maldita vez.

Una vez despedirme entré en casa, todo estaba tranquilo ahí, así que me fui a la cama. Todavía estaba un poco mareada pero pensaba que sería el alcohol, que mañana estaría mejor.

La palabra clave fue pensaba porque al día siguiente no estaría mejor.


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Hoy estoy que arraso, subí dos capítulos el mismo día ;)

Cómo les está pareciendo la historia, espero que bien jeje

Un saludito de Laura <3

Spider-Woman: Un nuevo corazón | Gwen Stacy x oc femeninoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora