Sombras gemelas

Capítulo 3 Los Secretos Del Bosque.

Escena #1

El plano elemental, aquel reino de entidades ancestrales y elementos desatados, se manifestaba en formas inconcebibles. Criaturas ígneas, vendavales furiosos, montañas vivientes y mares tumultuosos danzaban en una sinfonía caótica, en un eterno combate por la supremacía. En aquel ámbito turbulento, donde la magia se entremezclaba con la realidad, los confines de la cordura se desvanecían, y los peligros acechaban en cada esquina como sombras hambrientas.

El maestro Elías Mendoza, con sus ojos cargados de sabiduría ancestral y conocimiento milenario, se erguía en el umbral entre los planos, maravillado por la valentía y destreza de Emilia. En su mirada, se reflejaba el temor reverencial hacia lo desconocido y el reconocimiento de que el destino de toda la humanidad descansaba en las manos de aquellos dispuestos a desafiar a las fuerzas más oscuras.

Desde su posición en el plano elemental, Elías Mendoza comprendía la frágil balanza que se mantenía entre la luminosidad y las sombras, entre la vitalidad y el letargo eterno. Los actos de Emilia, en su feroz contienda contra Xarath, trascendían los límites de lo mundano, adentrándose en los dominios prohibidos donde el terror se nutría de las almas y la esperanza se desvanecía en la noche más profunda.

El plano elemental, testigo silente de gestas y tragedias que superaban la comprensión humana, aguardaba con impaciencia el desenlace de esta batalla épica, en la cual el coraje y la sagacidad se enfrentaban a la crueldad y la maldad que se arrastraban desde los abismos más oscuros. Susurros inaudibles y gemidos de tinieblas resonaban en su vastedad infinita, presagiando el final con la contienda, mientras entre el humo y el vapor se rebelaba quien seguía de pie en el campo de batalla.

Escena #2

Entre el vapor que se mezclaba con el aire, Emilia emergió victoriosa, sosteniendo el trozo de cuerno de Xarath como un oscuro trofeo de su triunfo. El cuerpo inerte de su amigo se desvaneció, consumido por las sombras del hechizo que se disipaba revelando el patio del orfanato. Aunque la victoria se alzaba sobre ella, las consecuencias siniestras acechaban en las profundidades de su ser.
Los días siguientes perdieron su color dejando a Emilia en una atmósfera fría y desoladora, los cuidadores del lugar empezaron a tenerle miedo como si de un monstruo se tratara, al punto que ni siquiera se le acercaban.
Emilia se volvió fría ya no había ningún rastro de la pequeña que había llegado al orfanato, ahora era una adolescente a punto de alcanzar la adultez y decidida a tomar las riendas de su vida empezó a planear su escape.
Una semana después empezaron a cambiar algunas cosas en el orfanato nuevos empleados, remodelaciones y el rumor de un cambio de directivos, sucesos repentinos que convencieron a Emilia de que era el momento.

Al alba, Emilia fue convocada por la enigmática nueva administración del orfanato, una entidad supuestamente del gobierno que había tomado el mando del lugar luego de los incidentes anteriores, las desapariciones y los sucesos sobrenaturales que allí ocurrían habían llamado la atención y querían investigar a fondo lo sucedido.

Los cuidadores, con rostros sombríos y silenciosos, la guiaron hasta la presencia de la directora. Sus ojos frios y su mirada penetrante revelaban un alma atormentada.

"Señorita, la nueva administración tiene noticias para usted", pronunció uno de los cuidadores en un tono sepulcral.

Emilia, con su cuerpo lastimado aún por los estragos de la batalla, ocultó el cuerno del demonio entre los bolsillos de su vestido mientras se sentaba frente a la directora, cuyo semblante lúgubre proyectaba una aura de poder y oscuridad.

"Es un placer conocerte", declaró la directora con una voz impregnada de amargura y desdén. "Cómo sabrás, nuestra organización ha sufrido una pérdida irremediable ¿Verdad?, una pieza invaluable ha sido arrebatada de nuestras manos. Supongo que sabes a qué me refiero. Dijo sin dejar de mirarla y continúo:
"Por ello,ya no podemos permitir que continúes aquí con nosotros".