Capitulo 4

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Aun no podía creer lo que veía, el hombre que estaba frente a la clase era con quien me encontré en el pasillo esta mañana, el tipo que coqueteaba conmigo resultó ser mi profesor de humanidades y no el padre de un alumno, ahora que lo pienso era imposible que fuera padre de un universitario.

La clase ya había empezado y yo aún estaba impactada, el profesor empezó a hablar de lo bien que lo pasó durante sus vacaciones en Hawái lugar que siempre quiso conocer, todas las chicas lo miraban atentas a lo que hablaba incluso Stella, que al parecer sufrió un segundo flechazo. Eran pocas las veces que subía la cabeza para mirarlo, estaba escribiendo garabatos en mi cuaderno, me miraba cada vez que podía y sonreía, no sé lo que estaba pasando pero no me gustaba para nada, me puse a conversar con Erick mientras él estaba de espaldas anotando en el pizarrón alguna de las materias que pasaríamos durante el primer semestre hasta que llamé su atención.

—Jovencita por favor salga de la sala —Señalando la puerta —Si quiere conversar hágalo afuera con las aves de este árbol.

La clase entera rio y me levanté de mi silla con las mejillas ardientes de rabia y vergüenza, no podía creer que fuera la segunda vez que me hacía sentir de esta forma además todas las miradas estaban clavadas en mí, eso ayudo a mi ego a que me calmara y salí en forma desinteresada como si lo que pasó fuera algo sin importancia.

Mientras miraba el magnífico árbol que estaba justo en la entrada escuché la puerta abrirse y lo vi a él salir, no despegué mi mirada del horizonte.

— ¿Cuál es tu nombre? — No contesté.

—Dime tu nombre por favor —Lo miré de reojo y estaba mirándome fijamente y me ruboricé.

—Primero dime el tuyo —No sé por qué dije eso si no me importaba saberlo.

—Vaya por fin estamos entendiéndonos —Dijo sorprendido —Soy Henry Waterson, mucho gusto —británico, su acento casi no se notaba pero era obvio.

—¿Y bien? —Alzando una ceja.

—Anastasia.

—Bueno Anastasia —Dando una pausa —Quería decir que tu nombre es tan hermoso como tu pero no quiero que pienses mal de mí.

—Me basta con lo que pasó en la mañana—Lo miré y sonreí falsamente.

—No quiero que el año lo empecemos mal ¿Bien? necesito que estés atenta a mis clases y eso también indica a que debes mirarme cuando hablo, me fije en que hacías como que escribías algo —Gesticulando con sus grandes manos —Solo para ignorarme, pero no quiero que por eso no estés aprendiendo.

—No sé qué quiere que le diga señor lo conozco hace sólo unas horas y ya cree que todo lo que hago es por usted —Dije dando un paso hacia atrás —No puedo darle explicación de todo lo que hago simplemente porque está pendiente de mí.

—Quiero que entres a la sala —Su humor cambió —Y tomes atención a mi clase de ahora en adelante —Dando media vuelta.

—Ah —Dijo girándose para mirarme de reojo aun dándome la espalda —Quiero verte después de clases.

Entré a la sala y sentí todas las miradas puestas nuevamente en mi, al llegar a mi puesto los chicos me preguntaron entre murmullos y yo solo les conté una parte de lo que había sucedido y luego no hablé hasta que la clase terminó.

—Aun no puedo creer que el profesor quiera verte después de clases—Dijo Caroline indignada—Deberías estar en dirección, estuvo mal que te hayas comportado así frente al profesor.

—Si, no entiendo que quiere el profesor hablar contigo —La siguió Rosie.

—Bueno chicas es hora de irse ¿no? —Dijo Stella mirando a los muchachos para que la ayudaran a controlarlas.

AnastassiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora