Anastassia

Capitulo 1

Cuando pensé que por fin estaba teniendo un rumbo en mi vida, recibí un mensaje de mi novio y la única persona en la que confiaba diciendo "no quiero volver a verte", muchos dirán ¿Qué importa? Influyó mucho al yo ser una persona inestable que depende mucho de los demás por las carencias que pasé en mi infancia, influyó en que yo me hartara de toda esa mierda, medité durante alguna semana del mes de enero que es lo que quería para mi vida no podía seguir así, hacia todo lo que las personas querían solo para tener un poco de aprobación ya que yo odiaba estar sola, mi madre murió cuando era niña y mi estúpido padre es un alcohólico que lo único bueno que ha hecho en su vida fue tenerme, tenía un camino que era la música pero en una ciudad como esa jamás podría ser de esas cantantes que tienen giras, fans y canciones que suenan en las radios.

Debía tener estudios, pensé. Ya que todos en mi entorno decían que tenía que "ganarme la vida" pero yo ya tenía una vida ganada con mi banda, aunque imaginé que sería divertido conocer a nuevas personas con las que tuviera cosas en común, después de darle muchas vueltas al asunto encontré una universidad con beca incluida en una ciudad llamada Webster (tuve suerte de ser una de esas niñas desordenadas que escapaban de sus clases pero que a la vez era la primera de su clase).

Fue todo tan perfecto ya lo tenía todo planeado, me fui sin despedirme de nadie, dejé una carta dando las razones y que tal vez algún día volvería cuando "tuviera mi vida ganada". Partí rumbo a Webster y era un lugar soñado para jóvenes que buscan olvidar el pasado y una nueva vida tal como imaginé. Y fue ahí donde conocí a la que sería mi mejor amiga.

—Estoy tan emocionada por nosotras, no puedo creer que en un día entraremos a una de las mejores universidades del estado, aunque me entristece tener que dejar a mi Thomas —dijo Stella cuando estábamos en su habitación preparando nuestras maletas.

Nos conocimos cuando trabajé de mesera durante un par de semanas. Stella era una chica de veinte años que toda su vida se ha dedicado a los estudios por su sueño, ir a una buena universidad, en cuanto Thomas un chico cinco años mayor, que en sus ratos libres practicaba deportes, aunque no lo conocía bien sabía una cosa amaba a Stella más que a nada en este mundo, se conocieron cuando ella tenía 14 años. Aún recuerdo cuando me enamoré por primera vez, nunca tuve la posibilidad de tener algo con él, ya que solo me ilusionó para meterse con mi amiga muchos de esos recuerdos del pasado aun vagan por mi mente, impidiéndome tomar decisiones por miedo a que ocurra nuevamente.

—Amiga, ¿Qué es lo que pasa contigo? —dijo Stella preocupada porque me quedé callada un momento.

—Tu eres la única la que sabe por lo que he pasado, tengo miedo a revivir esos malos ratos—dije doblando mi camiseta favorita.

—¡No te preocupes Anastasia! sabes muy bien que yo te defenderé de todos los que te quieran hacer daño —Dijo parándose de la cama — pero por favor no llenemos nuestras mentes de cosas negativas ¡LA ERA DE LAS CHICAS WESTLER A COMENZADO! —la verdad no sé de dónde salió ese nombre— Ahora necesito dormir mis 8 horas o despertaré de mala gana.

Solo dormí cinco horas, pero soy de esas personas que duermen poco y se levantan radiantes, no puedo decir lo mismo de Stella que solo durmió seis y no quiere ni dirigirme la palabra.

—Amiga, es el primer día de clases, no puedes andar con esa cara de que te hubieras tomado un par de cervezas—lo cual era cierto la cara de Stella era la misma de cuando tiene resaca— Piensa en que debes de dar una buena impresión a los profesores y a nuestros compañeros.

—Tienes razón, ¡cómo no pensé en eso! Hoy es nuestro primer día debemos dar una buena impresión o pensaran que somos unas pesadas.

Cuando llegamos a la Universidad sentí como si mi vida por fin tuviera sentido, con Stella que gracias a dios tenía auto empezamos a subir las cosas a nuestra habitación, decidimos que no nos separaríamos enfrentaríamos nuestro primer año juntas así que seriamos compañeras de cuarto, sinceramente no quería tener una compañera la cual fuera pesada o no tuviéramos nada en común.