2. La akuma no mi de thatch

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Pasaron los meses desde aquella celebración.

Ace nunca pensó que podría haber tantas personas que lo quisiesen en su familia, (aparte de Luffy, y el difunto Sabo, claro)

Por supuesto, el creía que la amabilidad que le tenían sus nakamas se debía a que no le había dicho a nadie sobre su padre, y su verdadero apellido.

Si lo hiciese, todos mostrarían su verdadera naturaleza, lo odiarían y lo echarían de la tripulación, como todo el mundo, ¿No?

Igualmente, no veía necesidad de hablar de su pasado, por su bien y el de su hermano.

Su hermano... Solo los de su antigua tripulación sabían que tenía un hermano menor, pero nada más.
Ni su nombre, ni su edad, ni dónde vivía.

Ace tenía escalofríos cada vez que pensaba que algunos de sus enemigos podrían tomar venganza de su derrota contra su hermanito, por lo que no hablaba de el nunca.

Al menos, no hablaría hasta que Luffy tuviese su propia recompensa, lo cual, sucedería pronto, ya que su 17 cumpleaños se celebraría en unas dos semanas.

Entonces, no tendría otro tema de conversación.

El barco estaba silencioso, se notaba la tranquilidad entre los tripulantes ¿El motivo? Thatch estaba en una misión extraña de ir a defender una isla, o algo así, hace una semana.

Haruta también se había ido a una misión diferente con unos pocos tripulantes de diferentes divisiones, (entre ellos Deuce) un poco más lejos, por lo que tardarían más en llegar, y Ace, estaba en su cama, mirando al techo, intentando dormir de nuevo.

Sin los principales alborotadores abordo, y con un clima de verano, el mobydick se sumergió en una tranquilidad extraña de ver en la tripulación.

El primero en darse cuenta de esto, fue Marco, el comandante de primera división, quien por una vez en la vida, no tenía ningún conflicto que resolver, o broma que parar.

Estaba agradecido, vio la oportunidad y la aprovechó, relajándose por una vez en mucho tiempo.

Ace ya no tenía sueño, o al menos de eso intentaba convencerse.
Salió a la cubierta tropezándose con alguien.
"Mira por donde vas, bastardo" le dijo, y siguió caminando hacia los demás comandantes.

Izo sonrió, mientras marco se frotaba la frente y oyaji se reía.

Acababan de ver la escena probablemente más patética del día: Ace tropezando con una fregona, para luego gritarle un "mira por donde vas, bastardo"

Los siguientes días pasaron con tranquilidad, hasta la llegada del grupo de Thatch.

Todo había sido solucionado, el grupo de piratas que se había metido con la isla era patético comparado con lo que esperaban.

El capitán apenas valía 12 millones de berries.
Sin embargo, Thatch traía una fruta morada de aspecto extraño en la manos, protegiéndola como si se le fuese a caer de repente.

-¿Y eso que traes, hijo? Preguntó el yonko

-Es una fruta del diablo que encontré en la isla oyaji, ¿Que te parece?

- ¿Te la vas a comer, hijo?

-Voy a investigar de qué fruta se trata, si es una inútil, probablemente la venda, y si no me interesa su poder, se la puedo dar a alguno de nuestros hermanos que esté interesado.

-bueno, eso es tu elección, avísame si decides tomarla.

- Lo haré, oyaji. Gracias por tu tiempo

-Guararararara, ni lo menciones, mocoso.

/Thatch salió de la habitación con la que se encontraba con su capitán, para encontrase con la tripulación/

-¿Te la vas a comer? -preguntó Ace.

-depende de la habilidad que me dé, por ahora voy a investigarla.

-¿Pero cómo la encontraste?

- Pues tras derrotar a los bastardos que estaban molestando en la isla, recorrimos el lugar separados por si quedaba alguno escondido, y ahí estaba.

- Vaya, que aburrido...

-¿Que esperabas que fuera, Ace?

- Pues...

/Mientras los hermanos se divertían imaginando una historia mejor de como thatch se encontró la fruta, una mirada diferente a las demás no se apartaba de la nueva fruta del diablo abordo/

Su deseo, llevaba años buscándola, preguntando por ella, asistiendo a subastas, o intercambiando cualquier tipo de tesoro a cambio de información sobre ella.

La única razón por la que se había unido a esa tripulación, fingiendo una buena personalidad entablando amistad con los comandantes y el yonko, estaba ahí, en frente suya.

Todavía no lo creía, la suerte que había tenido, no solo estaba en el mismo barco, sino que la persona que se la encontró aún no la había comido.

Si, tenía mucha suerte.
Llevaba mucho tiempo esperando esto, no perdería ni un segundo, esa misma noche, la fruta sería suya, y nada más que suya.

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Y aquí la segunda parte de la historia. 759 palabras, para mí, esto es más que un mérito.

Quedan unas dos semanas para el gear 5, y voy por el 1002, espero que me de tiempo.

Ya estoy comenzando a odiar a teach de nuevo, qué mal.

En fin, os deseo buen día (o noche)

Traidor de la segunda división /One pieceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora