Una historia de amor cliché.
⚠️No se tocan temas canonicos en su y no se tocaran aunque la película de haya estrenado.
Esta historia empieza cuando Ruby cumple 17 años, en su último año de secundaria luego de vivir 3 años libre de las reglas de su...
Ruby yacía nadando en el mar, no podía salir a la superficie debido a que guardias alfas la estaban vigilando bajo órdenes de Gran madre. Quería gritar y pedirle a su madre que viniera por ella, no podía creer que 3 años en libertad se fueran por la basura.
De pronto observa a la distancia como una sirena nada preocupada, al parecer buscando algo haciendo caso omiso a qué aquella zona ya es peligrosa, estaba entrando en zona enemiga. La alfa estaba por decirle que se vaya hasta que escucha un llanto, la ojiverde voltea observando cómo unos alfas sostenían a la cría de aquella sirena. La kraken logra escuchar unas palabras dicho por unos de los alfas.
—Ya está la cena –musitó con malicia sonriendo.
Su sangre empezó a calentarse, no podía creer que existan krakens que aún devoran crías de sirenas, la ojiverde estaba por acercarse pero se detiene al escuchar el grito de la sirena al notar dónde estaba su cría.
—¡Por favor! –rogó entre lágrimas—. !Es mi bebé!
Los krakens al notar la presencia de la sirena solo rieron al notar que era una omega, sabían con certeza que las alfas no estaban para defender a las sirenas, sino las betas las cuales eran usadas como armas listas para dar la vida por su especie.
—Joven princesa. –llamó uno de los krakens—. ¿Deberíamos desperdiciar la comida de esta forma?
La ojiverde se mostró preocupada, no podía ponerse en el lugar de la sirena ya que si lo hacía entraría en graves problemas, sin embargo, no hizo falta su respuesta debido a que sintió como algo explotaba dejando sangre especial por las aguas oceánicas y con ello restos de aquellos krakens alfas, lo único que sobrevivió de aquel ataque fue la pequeña cría que al no saber nadar se estaba hundiendo, Ruby salió de su trance sosteniendo aquella cría.
—Por favor, dámela. –pidio temblorosa la sirena.
—Por favor ten más cuidado. –musitó la alfa aún impactada.
La alfa entrego a la cría con cuidado recibiendo una mirada agradecida de su madre para acto seguido irse de esa zona a toda velocidad.
—Murieron. . .
La alfa no podía creerlo, no podía creer que dos alfas habían muerto frente a sus ojos por un ataque que ni si quiera ella vio venir, mira por todos lados buscando al responsable, al bajar la mirada logra observar que en lo más profundo justo donde no llega la luz del sol, la observaban unos ojos.
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"Huye." –musitó una voz femenina grave.
Esto hizo que la kraken empezará a temer por su vida, ningún kraken podía morir de esa forma tan simple, ningún kraken podía morir por un simple, lo único que podía hacerles daño un tridente del cual no se sabía de sus existencia desde hace cientos de años, se pensaba que su madre Agatha la había ocultado para estar más segura, pero al parecer esto era mentira, o eso pensaba Ruby quien aún confundida decide nadar haciendo caso a voz.
