Capitulo 12

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Unas manos sujetan el cuerpo mal herido de Ruby, quien a causa de la perdida de sangre quedó inconsciente.

Una miraba desde la oscuridad de la profundidad marina la observaban, sus ojos eran los únicos que se logran visualizar. Aquella criatura suspira irritada llevándose a la alfa lejos de la zona.

(...)

—U-Unos alfas grandes la secuestraron, la agarrón y me golpearon cuando intenté protegerla. –confesó el moreno.

—Pero también la estamos buscando, crea en nosotros señora Gillman. –musitó el alfa con preocupación en su tono de voz.

La alfa de lentes se levantó asustada, sabía quiénes eran esos alfas y sabía la razón por la cual fueron a buscar a su hija, está reacción alertó a ambos jóvenes.

—Ya sé dónde fue, no se preocupen, iré a buscarla. –se limitó a decir la alfa de cabello recogido.

Se quedaron confundidos al escuchar a la madre de su amiga, sin embargo, sintieron un gran alivio al escuchar que sabía dónde se encontraba Ruby. La alfa sube al auto empezado a conducir a toda velocidad.

Estaciona su auto llegando al muelle apartado del pueblo donde no habían personas cerca, sin dudar ni un segundo decide tirarse al agua tomando su forma de kraken empezando a nadar hacia el reino de estos. Agatha estaba enojada, realmente enojada de que su madre le arrebatará a su hija por segunda vez.

(...)

—¡Madre! –exclamó captando la atención de la reina quien la observa sorprendida.

—¿Qué haces aquí, Agatha? –cuestionó la kraken verde.

—Devuelveme a Ruby en este instante. –musitó entre dientes.

La kraken verdosa miro a su hija con decepción, pensaba que había vuelto a reclamar lo que le pertenecía desde su nacimiento, su puesto de princesa que al parecer aún no está dispuesta a tomar.

—¿Es en serio que vienes a reclamar por esa atrocidad y no por tu puesto como mi sucesora?

La kraken de cabello azul bufo enojada y fastidiada, estaba preocupada por su hija, quería respuestas no reclamaciones.

—No la llames así –advirtió—. solo porque no lleno tus expectativas. –agregó.

La verdosa observa suspirando llena de fastidio para acto seguido soltar un suspiro, no estaba de ánimos para reclamos debido a que dos krakens habían muerto de forma inexplicable.

—No me interesa. –musitó la de ojos verdes—.  Escucha Agatha, tengo un grave problema en el reino, dos krakens murieron y no se sabe cómo mierda fue que pasó eso, ¡Ruby fue la última en verlos! –exclamó esto último con preocupación.

—¿Qué me estás queriendo decir? –preguntó temiendose lo peor.

Gran madre no lo expresaba bien, pero estaba preocupada por Ruby, si una bestia fue capaz de destruir dos krakens como si de unas sirenas insignificantes se tratasen, nada bueno le esperaría al reino de los krakens.

—No quiero pensar lo peor, Agatha. –admitió con pesadez.

Esto extraño a la de ojos carmesí quien observó en su madre una pizca de arrepentimiento, sin embargo, no quiso ser empática con su persona después de todo el daño que ha causado.

—Hay tres opciones. . . –habló la verdosa—. La primera es que exista una bestia superior a nuestra especie buscando apoderarse de los siete mares, La segunda es que Ruby haya matado a su propia gente, sabes muy bien que eso se castiga con la muerte, y, por último. . . Que esa bestia, o, Esas bestias, hayan secuestrado a Ruby para sacarle información.

~Escapando del mar~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora