ANOMALÍA

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Sé quién eres y di lo que sientes, porque aquellos que se molestan no importan y los que importan no se molestarán.

Fritz Perls


—¡Necesito llamar a Hobi! pero perdí mi teléfono, creo —Jimin busca su móvil para contarle de su transformación, me da envidia de que sea en él en quien piensa primero, se da cuenta de que seguro el teléfono se quedó perdido con su ropa en algún lugar en donde nos detuvimos.

—Lo puedes llamar del mio, toma, ahora marco de una vez. —Le ofrezco mi móvil marcando directo al número de mi amigo.

—Gracias, no sé su número de memoria.

Hobi contesta y habla sin parar, noto como la cara de Jimin se va transformando en una expresión de tristeza intensa, incluso parece palidecer.

—Hobi, soy Jimin —su voz se quiebra en un susurro— lamento haberte obligado, no sabía que te hacía sentir de esa forma, perdóname.

¿Qué está pasando entre ellos? ¿Hobi lo está terminando?

—No, no lo eres, yo lo soy —Su voz se contiene con dificultad—, gracias por cuidar de mi te debo mi vida, no te preocupes mas por mi, estaré bien.

Él suspira hondo y se limpia una lágrima, luego veo como se bloquea y se pone una careta que lo aísla de lo que lo rodea, la misma cara de poker que me mostró cuando estuvimos frente a frente en la reunión de clanes.

El lobito que hace unos minutos lloraba de la risa se ha vuelto un tempano de hielo y eso me entristece, cuántas veces ha fingido eso ante los demás ¿cuán parecidos somos en realidad?

—¿Estás bien? —pregunto con cuidado.

—No señor, no lo estoy —su rostro es inexpresivo.

—¿Quieres hablar de ello?

—Le agradecería que no señor.

Los dos milímetros que avanzamos se han vuelto kilómetros de retroceso, creo que lo más sano es respetar su espacio.

Después de media hora de viaje hemos llegado a nuestro destino, al salir del tibio interior del auto se siente un frío invernal, Jimin lleva mi chaqueta y una manta que Soobin nos dio, entramos a la cabaña de mi familia, este sitio estuvo abandonado por muchísimos años, hace unos meses atrás pensé en el momento en que me debería retirar como líder y recordé este lugar, no hay muchas personas viviendo en los alrededores, podría tomar mi forma lobuna con libertad y sin importunar a nadie; el bosque es denso pero el lugar es muy hermoso, la vegetación y la fauna también son increíbles, el lobo que hizo la restauración se lleva toda mi admiración ya que a pesar de contar con todas las comodidades y tecnología de comunicación el lugar mantiene su encanto.

Enseguida ingresamos a la sala de estar, Soobin se apresura a encender la chimenea, recorro el lugar para recordar su distribución, hay varias habitaciones escojo la más lejana y le pido a Jimin que me acompañe.

—Jimin, no quiero que te congeles, por favor acomódate dentro de las sabanas, pedí que nos trajeran todo lo necesario para estar cómodos pero llevará un tiempo, no quiero que te resfríes.

Le indico mientras enciendo la calefacción de las habitaciones.

El chico no dice una palabra, me obedece sin dudar y se acurruca en la cama.

—No sé qué sucedió, se que no debería entrometerme pero si sirve de algo quiero que sepas que soy bueno maldiciendo y diciendo groserías, cuando me siento frustrado las grito y la mayoría del tiempo las escribo, así que tengo miles de blocks de notas llenas de la misma palabra en inglés porque, en realidad sólo esa me sé, pero es aplicable en cualquier contexto, hasta podría decir que es una palabra multifuncional. Pero en nuestro idioma natal no tengo competencia, ni que decir en idioma lobuno, nadie supera el poder de mis aullidos. Podemos maldecir juntos si eso te hace sentir mejor.

LA ALIANZA DE CLANES (YOONMIN) (EN EDICION)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora