SALTO AL DESTINO.

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-Aquí está bien, creo.-

Dijo Nanami al resto una vez habiendo llegado a un claro de aquel bosque, el cual por un momento creyeron no tenía fin.

-Teletransportarnos desde aquí dejará una enorme huella de energía que al sumo sacerdote no le será difícil rastrear, y no tardará mucho en descubrirnos.- Dijo Juro preocupado. A lo que, Nanami, quien se había adelantado y marchaba junto a Anne, giró en seco para mirarlo con sus penetrantes ojos verdes que, en automático hicieron al chico retroceder un poco.

-Por esa razón los hicimos dormir.- Dijo en un tono de frustración.

-Si no estás de acuerdo con la misión, y estarás preocupado todo el tiempo... Creo que lo mejor sería que...

-Espera, Nanami.- Interrumpió Tiana.

-Él no dará más problemas. De eso me encargaré yo.-

Dijo, tomando de su chaleco un pequeño saco de tela que aún contenía un poco de infusión, para luego mostrarlo a Juro quien asintió rápidamente, permaneciendo callado desde ese momento, y hablando únicamente cuando se le pedía una opinión.

-Bien.- Continuó Nanami.

¿-Alguien ya ha practicado lo suficiente su teletransportación?.- Preguntó, ahora siendo ella quien se sentía preocupada.

Todos se miraron interrogantes esperando a que alguien pudiese decir algo respondiendo a la pregunta de su amiga y líder de ese momento, pero al no obtener una respuesta inmediata, aquella angustia se empezó a esparcir como enfermedad entre todos. Por fin, Anne habló.

-Bueno, yo...

Practiqué con mi padre un par de veces cuando él me entrenaba antes de ingresar a la isla academia, pero... Dejamos de hacerlo porque consideró que era algo más avanzado de lo necesario, y, además, mientras no seas graduado oficialmente y tengas un título para operar de manera legal como un guerrero ángel, se te prohíbe utilizar la teletransportación.

¿-Pero, la dominaste siquiera un poco?.- Preguntó Nanami, ahora más esperanzada.

-Un poco.- Respondió Anne.

-Pero no lo suficiente como para llevarlos a todos...

Podría intentar compartir mi poder con todo el grupo, y de ese modo sincronizarnos para irnos juntos, pero es algo que no he tenido que hacer tampoco a gran escala, entonces no sé si...

¡-No te preocupes, Anne. Lo resolveremos!.- Exclamó Nanami con un entusiasmo renovado.

¡-Rápido, acérquense!.-

Dijo decidida la chica, sin permitir que Anne pudiese objetar algo más.

Entonces, todos formaron un círculo alrededor de Green, quien se concentró y respiró profundamente, deseando que el plan marchara como Nanami lo tenía previsto, y esperando no fallar en este punto tan importante de la misión.

-Aquí vamos.- Dijo a sus compañeros, quienes poco a poco fueron envueltos con la energía luminosa de la que, por lo menos hasta ese momento, aún tenía control.

Ninguno respondió con palabras, pero Anne pudo sentir la respuesta positiva en todos ellos. Y así, aún sin decir nada, el grupo entero en una conexión indescriptible, al mismo tiempo dio el salto, dejando como único rastro de su presencia en aquel bosque aledaño a la casa Wilson, una gran marca de energía que, efectivamente, sería fácil de rastrear por el sumo sacerdote llegado el momento.

¿-Es aquí?.- Preguntó Nanami sorprendida, y aún sin creer lo que habían logrado hacer.

-Así es.- Respondió Anne.

LOS GUERREROS ÁNGEL.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora