Capítulo 7

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Hayes

Dejo a mi hermana en el columpio y entro en la casa.

No encuentro a Brooke por ninguna parte y no sé si es por su estado de salud o por el momento tan incomodo que presenciamos hace un rato, pero me inquieta bastante.

No la veo en la parte de abajo, así que decido subir y mirar arriba.

Oigo el grifo del baño y me acerco hasta la puerta entreabierta, doy dos toques.

-Adelante.

Abro la puerta y se queda de piedra frente a mí, con la toalla en las manos. Intenta articular palabra, pero está claro que soy la última persona que se esperaba encontrar.

-El baño de abajo estaba ocupado.- miento.

-Yo ya he acabado.- posa la toalla bien doblada en su sitio y se dirige hacia la puerta.

La agarro del brazo suavemente antes de que salga del baño.

Se me eriza la piel ante el contacto con su piel tan fina.

-¿Estás bien?- pregunto soltándola.- Nos podemos ir cuando quieras.

Mi tono es mucho más suave que el de estos últimos días.

-Sí, solo necesitaba unos minutos para refrescarme la cara.- responde.

Doy un paso hacia delante acortando la distancia entre nosotros, a lo que se le entrecorta la respiración.

No tengo muy claro por qué he hecho eso.

Traga saliva e intenta decir algo, pero las palabras no le salen. Simplemente se me queda mirando a los ojos fijamente, igual que yo a ella.

Su móvil emite un sonido de que le ha llegado un mensaje y ambos salimos del trance.

Doy un paso hacia atrás y ella saca el móvil de su bolso, lee el mensaje y vuelve a guardarlo.

-Se-será mejor que vuelva con el resto.- pronuncia y sale del baño.

¿Qué cojones me acaba de pasar?

Abro el grifo y pongo las manos formando un cuenco para recoger el agua y hundir mi cara en ellas.

Cojo la toalla para secarme el rostro y me miro un segundo al espejo.

Salgo del baño, bajo las escaleras y atravieso la planta baja para salir al jardín con los demás.

De una mirada observo a todo el mundo y veo a mi hermana tirándose por el tobogán una y otra vez.

A medida que me acerco a ella veo que tiene las manos y el vestido llenos de polvo azul y me doy cuenta de que tiene la marca de sus manos en las mejillas de haberse tocado la cara.

Cuando llega al final del tobogán la alzo en brazos y la pongo sobre mi hombro como si fuese un saco de patatas mientras ella se ríe a carcajadas.

La poso en el suelo y se me queda mirando fijamente.

-¿Brooke y tú también vais a tener un bebé?- suelta sin pensárselo dos veces.

Me quedo helado ante su pregunta y me agacho para estar a su altura.

-Sky, Brooke y yo ya no estamos juntos, ella tiene un novio en Nueva York.- la acaricio el brazo.

-Pero vosotros os queréis.

No respondo a su comentario.

-Yo pensé que a Brooke le dolía la barriga porque iba a tener un bebé, como le pasó a Taylor.- añade ¿decepcionada?

Skylynn se da media vuelta y vuelve otra vez a tirarse del tobogán.

Doy otro vistazo rápido a todo el jardín y la veo apoyada con las dos manos sobre la mesa donde está toda la comida.

Me acerco rápidamente a ella de la forma más disimulada posible. La sujeto de la cintura levente y la giro para que se apoye sobre mi cuerpo.

-Me duele mucho la cabeza.- dice sin fuerzas contra mi cuerpo.- Me voy a desmayar.

-Aguanta hasta el coche, nos vamos ahora mismo.

La sujeto fuerte contra mí y nos adentramos en la casa.

Genial, mi madre.

-¿Brooke estás bien?- se preocupa al verla.

-Se encuentra bastante mal del estómago, la voy a llevar a casa.- respondo por ella.

-A lo mejor la vendría bien tomarse una manzanilla.

-Despídete de Nash por nosotros.- ignoro su comentario porque cada vez Brooke me va pesando más.- Adiós mamá.

Salimos de la casa y la cojo en brazos hasta el coche. La siento en el copiloto y le ato el cinturón. Su móvil no para de recibir mensajes, así que cojo su móvil y lo apago.

-Aguanta hasta casa.- digo y cierro la puerta de su lado.


Never been in love #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora