Compañero Inesperado - HYUNMIN

Parte 8 Final

Seungmin gimió mientras lentamente lo despertaba la luz brillante del día que entraba a través de la ventana del dormitorio. Sentía los músculos de la espalda en tiras. Los brazos a su alrededor se apretaron y un ligero beso fue depositado en su cuello donde se encontraba su marca de acoplamiento. Solo esto disparo una ráfaga de placer por su cuerpo y su polla comenzó a endurecerse.

— Hmm, buen día mi compañero,— dijo Seungmin suavemente mientras movía el culo contra la dura y hermosa polla pegada a su baja espalda. Seungmin recibió una palmada en las nalgas por sus movimientos y un — detente— pronunciado por Hyunjin. Gimió cuando el calor se propagó a través de su culo.

— ¿Te gusta lo que hago, bebe?— Hyunjin gruñó al oído cuando le acarició con la mano el área que se había calentado con la palmada. — Creo que eso es algo que debemos explorar más tarde, ¿verdad, bebe?-. Seungmin sintió calor en su mejilla mientras movía el culo de nuevo contra Hyunjin y asintió lentamente.

— ¿Cómo te sientes, cariño? Tienes que dejar de moverte o no seré capaz de detenerme. Me asustaste ayer en la noche.

— Lo siento, Hyunjin. No era mi intención hacerlo. Me siento bien. Un poco cansado todavía y mi espalda está un poco sensible. Pero aparte de eso estoy bien. Bastante bien para un poco de amor, incluso.— Seungmin volvió la cabeza y buscó los labios de su pareja. El beso fue lento y suave. Todo lo que Seungmin quería en ese momento. Gimiendo en la boca de Hyunjin, movió el culo de nuevo contra su cuerpo. En uno de esos movimientos la espalda le envío una ráfaga de dolor.

Hyunjin se apoderó de sus caderas y con firmeza lo mantuvo lejos de su cuerpo. — Cariño, tienes que permanecer inmóvil. Quédate a mi lado, relajado, tranquilo. Déjame hacer todo el trabajo, solo mientras mejoras no te muevas o te dejo así.

— No, yo voy a estar bien,— dijo rápidamente mientras trataba de alcanzar a su compañero. Seungmin flexionó la pierna, abriéndose para Hyunjin.

Hyunjin alcanzó rápidamente el lubricante de la parte superior de la mesilla de noche. En un momento, Seungmin sentía los dedos de su compañero en su entrada. Hyunjin, lentamente deslizó un dedo dentro de su culo manteniendo un ritmo lento y suave. Seungmin quería gruñir y empujar hacia atrás, pero sabía que si lo hacía, Hyunjin cumpliría su promesa.

— Más, Hyunjin. Necesito más — jadeó Seungmin.

— Sé lo que necesitas, bebe. — Hyunjin, siempre tan lentamente insertando un segundo dedo en busca de ese delicioso lugar dentro de él.

— Oh, Dios. — Seungmin intentó más duro permanecer inmóvil, sabía que si solo arqueaba la espalda, como él quería, sentiría un fuerte dolor.

— Lo encontré,— fue la respuesta triunfante. Lo dedos de Hyunjin lo estaban volviendo loco.

— Hyunjin, si no me das más te juro que terminaré yo mismo— Seungmin gruñó a su compañero, con ganas de más.

— Eso sí que sería un espectáculo digno de ver, bebe,— Hyunjin dijo mientras insertaba un tercer dedo y empezó a empujar un poco más fuerte. Hyunjin sacó los dedos, y Seungmin gimió ante el sentimiento de pérdida.

— Shh, Bebe. Está bien. Yo no voy a ninguna parte.

Los dedos de Hyunjin fueron reemplazados rápidamente con la cabeza embotada de su polla. Hyunjin envolvió sus brazos alrededor de él asegurándose que no pudiera moverse y lentamente comenzó a hundirse en ese delicioso culo.

— Argh, Dios, se siente bien, Hyunjin. No te detengas.

— No, bebe. Dios, me encanta tu culo. La forma en que me agarras y me chupas adentro, como si entrara a mi hogar-. Seungmin gimió al oír las palabras de Hyunjin.