Best Friends - Minsung

23.- Superando el estrés 👨🏻‍⚕️

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Minho ni siquiera había imaginado lo angustiante que sería ver a Jisung tendido sobre una camilla desde el observatorio.

Había sido una odisea convencerle de que todo estaría bien, Minho había estado a punto de abofetearlo muy duro sin importarle el tumor, al oírle despedirse de él como si fuese la última vez que se verían.

Actualmente ni siquiera podía ver con claridad su rostro al estar gran parte del mismo cubierto, para delimitar el campo estéril al llevarse a cabo la cirugía.

Su ansiedad se había disparado al notar a la distancia la mirada de Bangchan sobre él, incluso a pesar de no estar haciendo contacto visual y de lo imposible que era ver su expresión producto de sus lentes,la mascarilla y la cofia firmemente atada a su cabeza. Minho sabía que estaba de alguna manera dándole a entender que estaba más que preparado para hacer su trabajo.

El ceño de Minho se frunció en incredulidad al ver a Lia ingresar al quirófano, con sus manos aún húmedas siendo asistida de inmediato para participar de la cirugía.

Casi podía ver el sudor sobre su frente incluso a través de la cofia, y Minho podía entenderlo.

Eran los primeros residentes de su grupo a quienes permitían ingresar en una cirugía realizada por el neurocirujano.

Bangchan era extremadamente receloso en lo que respectaba a su quirófano y a su equipo.

No trabajaba con residentes a menos que así lo quisiera, y por lo general a los pocos en los que se había interesado por creer prometedores en neurocirugía, los había exprimido como limones haciendo que a los pobres tipos prácticamente colapsaran, consiguiendo que re huyeran de su especialidad en un tiempo récord.

De igual manera, aquello no lo habían visto hace mucho.

Menos aún tratándose de residentes primerizos como lo eran Lia y Soobin, sus actuales residentes.

Soobin parecía a punto de cagarse en su pantalón al entrar al quirófano del neurocirujano, haciendo que una media sonrisa tirara de los labios de Minho.

Eran unos bebés, prácticamente unos recién nacidos entrando al quirófano.

Esta es probablemente una oportunidad única para ellos, y Minho se alegraba de que al menos alguien se viera beneficiado con la mierda asquerosa que era su vida en la actualidad, por culpa de aquel jodido tumor.

──Él creyó que estando tus bebés en el quirófano te sentirías más tranquilo ── comentó repentinamente Felix, haciendo que Minho se sobresaltara tanto que estuvo a punto de caer de su asiento producto de la fantasmal aparición de se colega.

──¡Jodida mierda, Yongbok ! ── jadeó llevando su mano hasta su pecho, luciendo agitado ── no puedes aparecer así nada más, jodido infierno ── se quejó ── ¡casi me matas de un infarto!

──No creí que estuvieras tan concentrado ── balbuceó ──lo siento.

──No vuelvas a hacer eso ── suspiró cansado ── ¿sabías que ellos van a asistirlo?

──Sí ── se encogió de hombros ── aunque ellos no tocarán nada y lo saben, no deja de ser un gran privilegio estar en ese quirófano ── admitió ── tus bebés deben estar siendo muy envidiados ahora mismo.