Best Friends - Minsung

73.- Musgravita real 💍

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Jisung bostezó observando su reflejo en el espejo después de haber salido de la ducha.

Odiaba tener que rasurarse con tanta frecuencia.

Minho casi no tenía que hacerlo, envidiaba de alguna manera que el mayor luciera como un príncipe incluso al venir despertando.

Mientras el mismo Jisung era un lío de cabello despeinado, rastros de baba y lagañas.

Su novio despertaba completamente impecable.

Estaba seguro que había sido así esa misma mañana a pesar de que no había podido verlo, ya que el médico había desparecido sin razón.

Se supone que estaría en casa pero Jisung nuevamente había despertado solo.

Minho no contestaba sus llamadas por lo que asumió que estaba ocupado.

Se apresuró a terminar de limpiar su rostro luego de rasurarse correctamente, dirigiéndose hasta su zona segura.

Una sonrisa tiró de sus labios al ver un hermoso ramo de flores adornando su lugar sagrado, haciendo que su cocina brillara a sus ojos aún más.

Los hermosos colores resaltaban bastante sobre el pulcro mesón de la cocina, haciendo que su entusiasmo por querer hacer lo que más amaba creciera aún más si es que eso era posible.

Tomó su delantal acomodando el mismo en su cintura dispuesto a esperar a sus hombres con un desayuno de reyes.

Perdió su mano en el interior del bolsillo de su delantal buscando la pequeña cofia que utilizaba para sujetar su cabello mientras cocinaba, sintiendo entre sus dedos una pequeña caja de terciopelo.

Tragó saliva sintiéndose de pronto muy ansioso, liberando la caja de inmediato sin saber exactamente que hacer.

Volteó observando alrededor de la cocina sin notar a nadie rondando cerca.

Y es que si era lo que estaba pensando, Minho debía estar en algún lugar esperando por su reacción.

Sintiéndose un tanto tonto por seguir buscando a su novio sin demasiado éxito.

Nuevamente metió su mano en el bolsillo sacando la caja de terciopelo rojo y observándola en detalles.

Un nudo se formó en su estómago al abrir la misma encontrándose con una hermosa y delicada sortija adornada por la piedra más hermosa que había visto en su vida.

Un suspiro escapó de entre sus labios tomando con delicadeza la sortija entre sus dedos, sintiendo de pronto los fuertes brazos de su novio rodear su cuerpo por la espalda.

El aroma de su loción haciéndole sentir ligeramente mareado por la cercanía, al sentir las manos de Minho rodear las suyas.

──¿Qué dices? ── susurró muy cerca de su oído el cirujano ── ¿te casarías conmigo?

Jisung sentía sus propias manos temblar, casi sin poder creer que el realmente se lo estuviera preguntando.

Creyó que pasaría muchísimo más tiempo antes de que se atreviera a hacerlo.

El mentón del cirujano se apoyó sobre su hombro, esperando por una respuesta mientras aún continuaba envolviéndole entre sus brazos.

──Sí ── dejó escapar repentinamente llamando la atención del mayor ── ¡Cristo sí, por supuesto que sí! ── admitió mostrándose entusiasmado al sentir a su novio deslizar la delgada sortija por su dedo, observando maravillado lo bien que lucía la misma en su dedo.