THE GAME
Aquella mañana de domingo, mientras unos cuantos rayos de sol salían de entre las nubes y golpeaban mí rostro, veía a los fans de las diferentes escuderías haciendo barras con euforia y algunos gritando el nombre de su piloto favorito, era el escenario perfecto para una buena carrera. Recuerdo que aquella mañana todo pintaba de maravilla, era uno de esos días en los que te preguntabas ¿Qué puede salir mal?, aparte de tan maravilloso día, había otra cosa que me puso aún más contento, era la razón por la cual mis nervios antes de la carrera desaparecieran. Vi a Checo lleno de alegría con una sonrisa encantadora pintada en su rostro dando autógrafos a sus fans, el simple hecho de verlo sonreír, me ponía contento ya que era lo que menos hacia desde que llego a Australia, rara vez se reía y podía ver su sonrisa.
Hasta que, todo se tornó gris y lleno de humo, mientras que de fondo se escuchaba como todos abucheaban lo sucedido en pista. Era todo tan confuso, que de un momento a otro me encontraba enfrente del monoplaza de Checo viendo como este se quemaba sin parar. En eso veo a Checo que sale arrastrándose de entre los escombros pidiendo ayuda. Yo no podía hacer nada, por más que quería correr hacia él, mis piernas no respondían, solo veía como Checo se iba acercando a mí con lágrimas en sus ojos pidiendo que lo ayudase. Ver como Checo se iba arrastrando pidiendo ayuda, hizo que mi corazón se partiera en mil pedazos. El hecho de no poder hacer nada, hacia que mi desesperación por ayudarlo incrementara aún más.
Cuando Checo llego hacia donde yo estaba parado, mientras lágrimas brotaban de mis ojos, me agarro de mis piernas, miro hacia arriba y con sus ojos rojos y labios quemados, me miraba con felicidad. Con una leve sonrisa y voz grave me dijo -. GRACIAS MAX. Esa simple frase hizo que mi cuerpo se tensara y sintiera un escalofrió recorriendo todo mi cuerpo. En ese momento me levanté de aquel escalofriante sueño y de un solo movimiento, me puse de pie. No podía estar tranquilo me sentía sofocado, tenía mucho calor, estaba asustado y con ganas de llorar.
-. Max, MAX, ¡MAX!, ¿Qué te pasa?, ¡RESPONDE¡
A lo lejos es cuchaba mi nombre pronunciarse en repetidas ocasiones. necesitaba calmarme, respirar hondo y sobre todo tratar de no perder la cordura. No es la primera vez que me sucede esto, otras veces he tenido que lidiar con sueños peores a este.
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Mientras estaba en la cama acostado mirando hacia el techo, me puse a pensar en todo lo que había vivido estas ultimas semanas, aun me dolía el echo de que hayan estado jugando conmigo todo este tiempo. Nunca pero nunca se me hubiera pasado por la cabeza ese hecho tan desagradable. Y lo que más me duele es saber que los niños a quienes tanto cuide, les di cariño, amor, no sean mis hijos, aunque ellos no tengan la culpa. Me parece tan cruel que ellos hayan jugado así con mis sentimientos.
Mientras pensaba eso, Max mueve bruscamente el brazo, haciendo que me asustara por el movimiento tan imprevisto que hizo. Me gire un poco para verlo, haciendo que me sacara una leve sonrisa, me vinieron recuerdos que habíamos tenido, recuerdo la primera vez que dormimos juntos, que de la nada Max se quita la bata enfrente de mí haciendo que me asustara. O como hoy, que estaba tan deprimido y pensaba que era un asco de persona y que nadie quería estar cerca de mí, Max estuvo ahí apoyándome y dándome aliento. El simple echo de que Max desde el día uno estuvo apoyándome, sin siquiera conocerme bien, me hacia querer más a aquel Chico que me lo pintaban como arrogante e impulsivo.
Max me hace sentir tranquilo y relajado cuando estoy junto a él. Sin la ayuda de Max, ¿Qué sería de mi en estos instantes?, probablemente nada. Algo que me preocupa, es el hecho de comenzar a sentir cosas por él, me da miedo confundir su amabilidad y aprecio que tiene hacia mí, con "amor".
