Todo es gris.

4.7K 526 114
                                    

No sabía cuánto tiempo estuvo encadenado, ¿un día? ¿dos? - cuando finalmente lo sacaron de los calabozos, lo tuvieron que arrastrar hasta los baños. Ahí lo ducharon, afeitaron y lo llevaron a la enfermería para que lo examinaran.
No podía caminar por sí mismo y tuvo que ser cargado por dos guardias, con sus brazos colgando a sus costados, no los podía mover después de haber estado en la posición en la que lo tuvieron por tanto tiempo, la enfermera le puso un ungüento y unas vendas.

Apenas podía mantener los ojos abiertos durante todo eso, estaba poco consciente de dónde estaba mientras lo arrastraban de un lugar a otro, y finalmente terminó en los aposentos del rey. Max apenas podía mantenerse despierto cuando lo colocaron suavemente en la cama del Sergio.

"Come" dijo Sergio con firmeza. Max estaba apoyado en las almohadas, mirando a Sergio aturdido mientras el rey le acercaba algo a los labios. Era un trozo de pan, simple y aburrido, pero era lo más apetitoso que Max había visto en su vida, y aceptó lo ofrecido, devorándolo con avidez. Sergio le alimento pequeños pedazos de pan y le dio sorbos de agua, hasta que Max recuperó la coherencia.

"¿Char-Charles?" preguntó Max con voz ronca.

"Está bien, todavía está lastimado, pero se recuperará pronto. El Duque se ha ido de vuelta al McLaren, y sin duda ya les ha contado a todos sobre el Rey Sergio y su puta desobediente" dijo el Rey irritado. Max se sentía demasiado débil y demasiado terco para fingir que lo lamentaba, simplemente se dejó caer sobre las almohadas una vez que su estómago estuvo lleno.
Sergio golpeó la pequeña bandeja de comida.

"Uno de mis consejeros me dijo que te azotara hasta que te quitara la vida. El otro me dijo que te desterrara por completo" dijo el rey poniéndose de pie, mirando a Max como un halcón.

"Hazlo" dijo Max. Estaba demasiado cansado para luchar. Sólo quería dormir ahora, en la enorme cama del Rey, envuelto en sus brazos fuertes, lo único que mejoraría esta situación serían mimos y piojitos. Sergio gimió de frustración, tirando de su suave cabello claro.

"¿Entiendes por qué tuve que golpearte? ¿Por qué tuve que encadenarte en el calabozo?" preguntó Sergio, sentándose al lado de Max y acariciando su mejilla lastimada. Max dejó que sucediera, demasiado exhausto para alejarse, solo mirando el rostro angustiado del rey. Parecía más molesto por sus acciones que Max.

"No podías parecer débil" dijo simplemente Max. "Sabía cuáles serían las consecuencias de mis actos y tomaré cualquier castigo que me dé con dignidad y honor, pero ¿puedo hablarle libremente, Su majestad?"

"Estamos solos, di lo que quieras" dijo Sergio, rozando con el pulgar las marcas provocadas por sus golpes en la cara hermosa de Max, luciendo una vez más enfermo del estómago.

"Un rey verdaderamente fuerte no estaría tan preocupado por lo que los demás piensen de él. Eres un león deberías actuar como tal". Max levantó su brazo dolorido tanto como pudo, puso su mano sobre la de Sergio y entrelazó sus dedos. El rey lo miró fijamente durante un largo momento pero no apartó su mano.

"No es tan simple" dijo en voz baja. "No espero que lo entiendas Maxemilian" murmuró, apretando suavemente la mano de Max.

"Lo entiendo perfectamente, te preocupas demasiado por las opiniones de hombres cuyas opiniones no significan nada. Deja que el duque difunda sus chismes ¿por qué te preocupa? Tienes el mejor ejército del mundo, solo un tonto atacaría tus fronteras. Y el duque es un hombre vil, pero no tonto. Parece que temes más las palabras que a las espadas, mi rey". Max dijo lo que tanto tiempo tuvo guardado, y no sentía derecho decir.

Sergio miró hacia otro lado, suspirando pesadamente. "Tengo que castigarte. Tu insolencia no se puede permitir" dijo el rey, tan bajo que Max tuvo que esforzarse para escucharlo. "Lo haré yo mismo, mañana en el patio, 5 latigazos".

"Que sean 10" dijo Max irónicamente. "5 te harán parecer débil y no te puedes permitir eso, ¿verdad?"

Sergio tiro su cabeza hacia atrás, haciendo un ruido de frustración. "¿Por qué me cuestionas? ¿Por qué no puedes aceptar tu lugar? Tu vida es una vida mimada, hay muchos que con gusto cambiarían de lugar contigo, que estarían ansiosos por vivir en el palacio y calentar mi cama a cambio de la mejor comida, el mejor vino, todas las sedas y las joyas del mundo. Pero nada de lo que te doy te hace feliz".

"Que me pongas un collar no me convierte en un perro" dijo simplemente Max. "Aunque la jaula sea de oro no deja de ser prisión, acepté mi destino cuando me venciste en duelo y trato de vivir mi vida lo mejor que puedo.
Puedes hacerme tu esclavo Michel, pero no puedes hacer que lo disfrute".

*Favor de poner "La Jaula De Oro" de los tigres del norte 😂

Sergio se mostró sorprendido por el uso de su segundo nombre, Max imaginó que nadie le había llamado así desde la muerte de su padre y su hermano mayor en la guerra.

"Si te liberara" comenzó Sergio, pasándose una mano por el pelo. "Te irías. ¿No es así? Ni siquiera mirarías hacia atrás".

"¿Presumes conocer mi mente? ¿Eres un oráculo que puede ver el futuro? ¿O un brujo que puede leer mis pensamientos?" Preguntó Max, con ira en su voz. Sergio era el hombre más seguro de si mismo en el mundo cuando sostenía una espada, pero cuando se trataba de todo lo demás, era tan inseguro de una manera que no correspondía a un rey. Realmente nunca lo entendería

"¿Acaso eh mentido?" preguntó Sergio, sin mirarlo, max solo suspiro.

"Tal vez lo haría, tal vez no, ni yo mismo lo sé su majestad. Pensé que lo odiaría hasta mi último aliento y si lo aborrecí esa primera noche cuando me hizo suyo, cuando me cortó el cabello, cuando me puso sedas y diamantes, pero luego lo conocí, no al Rey Sergio, si no a Sergio Michel Pérez. No eras quien yo pensaba, eras mucho mejor".

Max dejó caer su cabeza contra las almohadas, se sentía muy cansado, Sergio se le quedó mirando, escuchando sin hablar, sus dedos aún entrelazados con los de Max.

"Tú me amas, no lo niegues. Todo el mundo puede verlo... incluso yo ya lo tengo claro, pero yo no te amo Sergio". Esbozó Max y El rey cerró los ojos brevemente. Su rostro estaba casi inexpresivo, pero el menor lo conocía lo suficientemente bien como para saber que estaba sufriendo. Continuó.

"Tal vez podría amarte, pues no pretendo saber lo que depara el futuro, pero sé que no puedo amarte de la manera que deseas mientras me mantienes encadenado, eso no es amor".

Sergio miró hacia el suelo. Si de por si ya era difícil de leer en el mejor de los casos, ahora con su rostro completamente impasible, estaba fuera del alcance de Max.

"Lo siento" dijo Sergio después de unos minutos. "Soy demasiado egoísta, no puedo dejarte ir."

Max asintió. "Entonces no tengo nada más que hablar con usted, Su majestad".

El rubio cerró los ojos. El rey desenlazó sus dedos y salió silenciosamente de la habitación, dejando solo a Max una vez más.

Max no recordaba la última vez que se sintió tan solo, y por primera vez se arrepintió, no por haber defendido a Charles, eso jamás, pero si de causar dolor en su rey.

________________________________

Doble capítulo 🥳🥳

El otro estaba muy cortito entonces sentía que les debía uno más.

Ojalá les haya gustado.

King Sergio- ChestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora