17- A la inversa.

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La emisión finalizó, a Samuel le retiraron el micrófono y seco sus sudadas manos en el pantalón de su traje. Había tenido el valor de haber confesado en redes sociales y en la televisión que era él quien se encontraba besándose con aquel rubio de ojos verdes. ¿Y ahora que? Esperar que la empresa no se vaya a pique. El mayor salió de la sala y caminó hacia donde estaban sus dos amigos, Juan y Guillermo.

—Illo, has sido bastante valiente. —El andaluz se acercó y le dio un apretón amistoso en el hombro.

—Si, encima ahora podemos actuar en contra de los accionistas que quitan las actividades. —Guillermo enredó su brazo con el contrario. —Podemos hablar con los publicistas y hacer una reunión con los accionistas haciéndoles saber que ahora en adelante vamos a publicar todas las decisiones que hagan. Podemos decir que si dejan de invertir son homofobicos.

—No se si eso es políticamente correcto. —Samuel miró de reojo a su amigo con una ceja levantada.

—Me da igual, hay que sacar partido de esto. —El castaño le recriminó de vuelta y salieron del edificio tranquilos.

Por otro lado, Rubén estaba alterado, con el corazón a mil por hora. Samuel le había preferido antes que su empresa. Termino de secarse las últimas lagrimas y observó a su amigo.

—Es lo más bonito que ha hecho un hombre por ti. —Comentó Rubén con extrema felicidad.

—Es de las pocas cosas bonitas que te ha hecho un hombre. —Contestó Alex de vuelta. —¿Te has dado cuenta que a partir de hoy tu vida va a dar un giro de 180 grados?

—Tampoco creo. —El rubio río y negó.

—¿No? Rubén, te has ligado a un hombre que puede limpiarse el culo con billetes de 50€ y seguiría teniendo mucho dinero. Por no hablar que es super famoso y está nominado a varios premios. —El pelinegro chasqueó los dedos un par de veces en el rostro de su amigo.

—Pero él es el famoso.

—Y tú su pareja, eres como la novia de los futbolistas. Como Cristiano Ronaldo y Georgina.

—Ey ey, todavía no somos pareja oficial, ya sabes que yo con el compromiso soy un poco reacio. —El rubio se levantó y estiró su espalda. —Voy a comprar la cena, ¿que te apetece?

—¿Estas loco? —Alex alzó una ceja incrédulo con la poca gravedad que su amigo le estaba dando al asunto.

—Me lo voy a tomar como un "No Rubén, escoge lo que quieras, eres el mejor." —Imitó la voz de Alex y salió de la casa tranquilamente.

El rubio se colocó los cascos y guardó sus manos dentro de la sudadera antes de salir del edificio residencial. Un choque de realidad azotó su cara cuando nada más salir del edificio unos periodistas se acercaron, violando la distancia personal de Rubén y comenzaron a atosigarlo a preguntas.

—Hola, ¿eres tú la nueva pareja sentimental de Samuel De Luque? —Un periodista le acercó el micrófono a la cara.

—¿Dónde se conocieron? —Pregunto otro periodista.

—¿Cuánto tiempo llevan saliendo? —Una periodista se acercó. —¿Cómo te sientes al estar con el hombre más sexy de España y uno de los más sexys del mundo?

Rubén no entendía todas las preguntas, pero la situación le comenzó a abrumar. Sintió como le comenzaba a faltar el aire y corrió de nuevo a la residencia aterrorizado. Por lo menos sabía que dentro del recinto universitario estaría a salvo, pero Alex no exageraba cuando decía que su vida había dado un giro.

El rubio entró rápidamente a su piso e intentó regular su respiración.

—Déjame adivinar, había cinco paparazzis. —Comentó Alex mientras veía el Gran Premio de Italia de la Fórmula 1.

Del revés || rubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora