CAPÍTULO 13

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FLASHBACK ( Una semana después de la muerte de Erik)

Sonó la campana del fin de clases y Wilhelm se apresuró a recoger sus cosas. Simon, que recogía a su lado, lo miró con una sonrisa preocupada y por lo bajo no dudo en preguntar:

-Oye, ¿estás bien?

-Si, ¿por qué?

-Me preguntaba si querías venir conmigo y con Sara a estudiar a casa, para distraerte un poco.- Dijo Simon cogiendo su carpeta y caminando hacia fuera de aquella clase junto al príncipe.

-No, tranquilo, tengo cosas que hacer.-Respondió el chico convencido.- Nos vemos en otro momento. ¿Vale?

Le sonrió al moreno y se alejó por los pasillos de Hillerska esquivando a los alumnos que ahora ocupaban los abarrotados corredores. Simon se quedó ahí parado, mirando como el príncipe se alejaba con prisas.

-Parece que está bien.- Dijo Sara detrás del rizado, haciendo que este se sobresaltara.

-Ese es el problema, que parece que está demasiado bien. Conozco a Wille, sufre, pero nunca dice nada.

-Confía en él, dale su espacio, se va a abrir a ti, solo dale tiempo. Y ahora vámonos a casa, que mamá estará esperando.

-Recojo unas cosas de la taquilla y voy, espérame abajo.- Contestó Simon, teniendo una idea que podría ayudar a Wilhelm.

Era cabezota cuánto manos. Solo había que decirle que le diera tiempo al príncipe para que el hiciera todo lo contrario. Era la preocupación quien jugaba esas cartas en la actitud del moreno, simple y profunda preocupación en su pecho, jugando a un juego de protección.

(...)

A diferencia de otras personas de la realeza, Wilhelm no se avergonzaba de esperar el autobús público en la parada de Hillerska. Le daba igual quien le viese, era algo normal, si un alumno cualquiera podía hacerlo, ¿Porqué el no? Así que allí estaba, esperando en un banco viejo al que se le había asignado el nombre de parada de autobús, sentado, justo a un lado del paseo de árboles que conducía a las afueras de Hillerska.

-¿Wille?

Oh no, era Felice, no tenía ganas de encontrarse con ella, era lo que menos le apetecía en aquel momento. No se giró, ni siquiera respondió, solo se dedicó a ignorar y hacer un ligero movimiento de cabeza para demostrar que en realidad la estaba escuchando.

-¿Qué haces aquí?- Pregunto de nuevo la chica.

-Esperar el bus.

-¿Por qué vas en bus si te pueden llevar?- Dijo Felice curiosa, sin atisbo de maldad.

-No quiero que se enteren de a donde voy.

-Respetable.- Silencio.- Si me necesitas llámame.

-Gracias.- Dijo y sonrió en señal de agradecimiento.

-Bueno... Adiós Wille, voy con prisa.

Se levantó de aquel errático banco en el que se había sentado durante 2 minutos que duró la conversación y emprendió su camino hacia los establos de Hillerska. Vestida con su abrigo negro de pelo y sus botas caras. Cualquiera pensaría que así vestida iba a los establos de Hillerska. Pero no había más explicación que "era Felice", sin excepción alguna iba bien vestida.

Wilhelm abrió la mochila que se encontraba a su lado y sacó sus "Airpods", para colocárselos en los oídos y poner la primera canción de su lista de Spotify mas escuchada; Alps- Novo Amor.

(Alps-Novo amor)

Y cuando divisó el bus entrando a Hillerska a lo lejos se levantó del asiento impaciente, solo para notar un tacto que lo asustó en su hombro izquierdo. Por acto reflejo se quitó un auricular que se había colocado cuando Felice se marchó y giró su cuerpo para divisar detrás suyo a Simon, intentando recuperar el aliento, con las manos detrás de su espalda.

Runaway | Young RoyalsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora