MI HERMOSA AGASSHI [JENLISA]

1.- PROBLEMAS

- ¿Cómo diablos supieron que estaba aquí? - Lisa gimió de frustración. Estaba escondida debajo de la barra. Mientras que tres hombres inspeccionaban el bar en en el que se encontraba, vestidos en un elegante traje negro, irradiando peligro.

Es posible que nadie supiera por qué llevan atuendos tan elegantes, pues ese bar no es precisamente uno de los mas prestigiosos. Y aparentemente estas personas estaban tratando con todas sus fuerzas de  asomarse justo debajo de la barra del bar. Lisa se mordió el labio y, frunciendo el ceño, escuchó a uno de estos hombres que supuso que estaba parado justo en frente de ella, pero al otro lado del mostrador.

- ¡¿Esta chica, has visto a esta chica?! - Una voz profunda y amenazante resonó a pesar del fuerte ruido de la música que resonaba de fondo. El tipo grande con cara cuadrada, bigote y barba sostenía una foto y la empujaba frente al cantinero de manera nada amable.

- Relájese, no grite, su vos es más fuertes que el sonidos a todo volumen de la música - El cantinero respondió arrugando la cara mientras levantaba las manos en señal de paz.

- ¡Solo responda la maldita pregunta! - El otro hombre, que es un poco más bajo que el que sostenía la foto, dio un golpe seco a la barra ocasionando un ruido tan potente que se escucho por sobre la música, provocando que el cantinero se estremeciera del miedo.

Lisa frunció el ceño al escuchar los intercambios entre el cantinero y estos hombres, la irritaron tanto que quería saltar y romperles el cuello a cada uno, pero se niega a mostrarse sabiendo que no es la mejor solución en este momento. En su lugar, ella tiro del dobladillo de los pantalones del cantinero, tratando de darle al tipo un recordatorio de lo que se supone que debe estar haciendo o más bien diciendo.

El cantinero que sintió el sutil tirón de sus pantalones debajo de él, recordó que se suponía que debía ayudar a alguien y no iniciar una pelea, pero antes de decir su guion, soltó un suspiro agotado.

- Está bien, la vi hace un rato - respondió actuando como si no tuviera otra opción. Y agregó: Pero ella se fue, con alguien hace unos minutos -

El tipo grande con la foto, percibió una invitación para hacer un movimiento cuando vio los puños cerrados del cantinero. Sus cejas se arrugaron, sospechando del cantinero. Estaba a punto de agarrarlo por el cuello cuando un brazo lo detuvo.

- ¿Cómo podemos estar seguros de que nos estas diciendo la verdad? - El más bajo preguntó, el cantinero arqueó una ceja, apretando la mandíbula antes de pronunciar su respuesta.

- Bueno, puedes preguntarle a nuestros porteros - El cantinero señaló a los hombres que vestían camisas negras ajustadas, parados en la puerta de entrada.

El tipo grande con barba miró hacia atrás y le hizo una señal a su camarada con la misma altura que él pero con un físico esbelto. El chico asintió antes de dirigirse hacia los gorilas de la entrada, Después de un minuto, el chico delgado regresó.

- ¡Hyung! ¡Ese cantinero está diciendo la verdad! ¡Vámonos! - El chico gritó con urgencia, moviendo la cabeza, el chico más bajo se volvió para mirar al cantinero. Abrió la boca para decir algo pero vaciló, todavía no creyéndolo del todo.

- Será mejor que digas la verdad o tú y esta chica tendrán un gran problema - Dijo el tipo más bajo tratando de amenazar al pobre empleado, pero el cantinero se encogió de hombros en respuesta, sin parecer asustado. El tipo bajito dio un asentimiento a su camarada y luego salió del bar a toda prisa.

Cuando los tres chiflados se fueron, como los llama Lisa. La chica salió rápidamente de su escondite.

- ¡Vaya, Gracias Bam, otra vez me salvaste el puto trasero! - Lisa suspiró aliviada de manera exagerada. Su amigo, el cantinero, cruzó los brazos sobre su pecho y frunció el ceño.