Mi lindo maquillista

Capitulo 7

Después de ese almuerzo en aquella cafetería se dispusieron a ir por el centro comercial. Pasaban por cada tienda que les resultara interesante aunque no compraran nada. Pasaron por el área de comida y comprador helados para ambos de chocolate. Ambos estaban cómodos con la presencia del otro y deseaban estar así un buen rato. A lo lejos vieron a cierto chico gatuno junto a otro de sonrisa brillante. Jungkook y Jimin decidieron no acercarse, seguramente querían estar a solas.

Recorrieron varias tiendas hasta que Jungkook fue al baño, Jimin se quedó mirando por las vitrinas muchas tiendas alrededor, entró a una en donde vendían un tipo de ropa que tal vez le gustaría a Jungkook vérsela puesta en algún futuro. Eligió unas 3 y las pagó para guardarlas en una bolsa cortesía de la tienda. 

Siguieron unas horas así hasta que llegó la tarde. Salieron del centro y dejaron las cosas en los asientos de atrás en el auto de Jungkook mientras los dos iban adelante. Jimin estaba feliz de pasar ése lindo día con Jungkook.

—Jimin.

El chico salió de su ensoñación que tenía, ya que estaba perdido en Jungkook. Sonrió hacia Jungkook y se dejó tomar su mano para ser besada por que amante.

—¿Pasa algo, Kookie? 

—Es que quería preguntarte ¿Te quieres quedar a cenar en mi departamento?

—Si, si, si, seguramente cocinas delicioso.

Ambos se sonrieron y se dieron un piquito antes de que Jungkook siguiera con la vista fija en el camino. No pasó mucho tiempo hasta llegar al edificio donde estaba el departamento de Jungkook. Entraron al edificio y después al ascensor, se quedaron en este dándose besos, estaban solos los dos, así que no había nadie a quien incomodar. Llegaron al departamento y entraron hacia la sala, Jimin mentiría si dijera que no se sintió poca cosa comparado con Jungkook, pero olvidó todo eso al ser abrazado por Jungkook en la cintura.

—¿Te gustaría comer pasta? Minnie-preguntó Jungkook todavía con su agarre en la cintura de el más bajo.

—Cualquier cosa estaría bien, Jungkookie.

—Entonces haré eso y también brochetas de cerdo-Jungkook sonrió en grande, esa sonrisa, tan similar a la de un conejito, a Jimin simplemente le mataba esa sonrisa tan adorable—Puedes ver la casa si quieres, por aquel pasillo está mi habitación y mi estudio-dijo señalando a dicho lugar.

—Mmm, me da curiosidad ver tu estudio-dijo Jimin mirándolo a los ojos.

—Entonces mira, solamente no muevas nada fuera de lugar, por favor.

—No te preocupes, Jungkookie, no tocaré nada.

Dijo mientras le dejaba un beso en la mandíbula y se alejaba hasta llegar a la puerta del estudio, la cual abrió. Quedó fascinado, le impresionaba como Jungkook podía trabajar en tantas canciones con un espacio verdaderamente acogedor como lo era su estudio. Jimin recorrió el lugar con la mirada y luego caminó un poco alrededor de este. Era muy lindo el lugar, y me daba curiosidad el comp Jungkook hacia canciones casi todos los días en el lugar.

—Es tan lindo...

—¿En serio te gusta?-Jimin dió un pequeño brinco en su lugar y volteó a ver a Jungkook—Perdón por asustarte, Jiminnie.

—No te preocupes, es muy lindo en verdad-dijo Jimin dejando un beso en los labios de Jungkook. 

Ambos sonrieron y se fueron hasta la habitación de Jungkook donde empezaron a ver una película abrazados en la cama. Jimin sentado en la cama y Jungkook sentado detrás abrazandolo, se sentían bastante cómodos así.

Una hora después la comida estuvo lista, la pareja comió en la mesa a gusto con la comida y después se quedaron viendo películas otro rato. Al ver la hora, Jungkook le rogó a Jimin para quedarse esa noche, no quería que Jimin caminara de noche hacia su casa. Así que Jimin se dió una ducha y se puso una camisa de Jungkook, la cual le quedaba grande y unos pantalones holgados que había comprado en el centro tropas comercial.

—Tan lindo, que precioso te ves, Jimin.

—Gracias, Jungkookie.

—No creo que me vaya a despegar de ti a la hora de dormir.

Pasaron otras horas más viendo películas hasta que Jungkook se acomodó en la cama junto a Jimin. Jungkook están abrazado a Jimin y Jimin tenía la cabeza en el pecho de Kook.

 —Te amo...

Dijeron a la misma vez para después besarse en los labios, empezaban a sentirse necesitados de los labios del contrario. El beso se volvió más necesitado y candente después de unos minutos, al separarse se miraron sonriendo y volvieron a besarse esta vez con más intensidad que la anterior.