𝓔𝓵 𝓸𝓽𝓻𝓸 𝔂𝓸 [𝘔𝘪𝘤𝘬𝘦𝘺 𝘔𝘰𝘶𝘴𝘦 & 𝘚𝘶𝘪𝘤𝘪𝘥𝘦 𝘔𝘰𝘶𝘴𝘦]

005 - "Visita de satanás."

@m1ckey_lovescoffee

╭────── ♡ ──────╮

Mickey y su contraparte se encontraban caminando con normalidad. No tenían un rumbo planeado, solo era una caminata para tomar aire libre. Se lo merecían después de estar trabajando tanto; por solo intentar traer de vuelta la felicidad de suicide mouse.

Justo hoy, era otro de esos días intentándolo. El pálido llevaba puesto el conjunto típico del contrario, mientras que mickey solo llevaba unos simples shorts blancos.

-"Aún no entiendo el porque seguimos intentando ésto; si no tiene buen resultado"-

Se quejó mouse, todavía caminando con la vista al frente.

-"Porque no hay que rendirse tan rápido. Si nos esforzamos, todo lo que costó alguna vez se logrará, ya verás"-

Respondió mickey, tratando de motivar al contrario.

-"Tampoco sé porque siempre estás tan alegre, sin que te importen los obstáculos de la vida..."-

Comentó algo triste, sin saber la razón.

-"De hecho, sé que la vida es difícil, yo también paso por mis momentos infelices. Pero no me dejó caer, me motivo a seguir, porque tengo un futuro por delante y la muerte no soluciona las cosas, si no que las empeora y solo separa lo que una vez estuvo unido. ¿Si me entiendes, verdad?"-

Ahora el pálido se había quedado sin palabras ante lo dicho. Tenía tanta razón, si tan solo en su pasado él se hubiera puesto a pensar en que podía seguir sin minnie, y sin sus amigos. Estaría completamente vivo en ese mismo momento. A Pesar de estar condenado a sufrir.

-"Siento que te quedaría bien un puesto de psicólogo"-

Murmuró mouse bastante audible como para que el menor lo escuchará.

-"No exageres jeje"-

Rió algo nervioso, ¿Él como psicólogo? No combinaban, según mickey.

Ya se estaban hartado de pasar frente a la casa donde convivían, cada minuto. O si eso se le puede llamar minuto, ya que en ese mundo no hay tiempo.

Decididos y agotados se dirigieron al hogar, pero antes de poder mover la manilla y acceder, un viento fuerte empezó a interrumpir.

Unos crujidos provenientes del suelo se escucharon, obligándolos a bajar la mirada y observar lo que sucedía.

Se percataron de que la calle estaba empezando a desmoronarse. Las casas caían, los vidrios de las ventanas se rompían en pedazos. ¿Ésto era un tipo de terremoto? Se preguntaba mickey asustado, pero su contraparte sabía perfectamente lo que se aproximaba.

El cielo se tornó de un rojo carmesí intenso, algo que aterro aún más al menor. Apresurado, intento abrir la puerta a la fuerza, pero no logro a lo que se proponía.

-"¡Porfavor, ayúdame!"-

Gritó con desesperación, moviendo la manilla de mil formas, pero aún así la puerta seguía en el mismo lugar.