❝ 𝐀𝐋𝐋 𝐈 𝐖𝐀𝐍𝐓 ❞ - leonardo dicaprio

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Cuando me desperté a la mañana siguiente, no pude evitar girar la cabeza y mirar a Leo.
Estaba dormido profundamente y tenía el pelo desordenado.
Sonreí al recordar lo de anoche. Después me giré hacia mi mesilla y miré la hora: las siete y media.

Vaya, cuando hay que madrugar, no madrugo; y cuando no, lo hago.

Intento dormirme un poco más, y al final lo consigo, porque cuando me vuelvo a despertar son casi las diez.

Leo ya se ha levantado y está preparándose para bajar a desayunar, así que me doy prisa y me preparo rápido para poder bajar con el.

- Buenosss diaaaassss princess - canturrea cuando entró, ya vestida, en la salita de la habitación.

- Holaaaaa. ¿Cual es el plan para hoy?

- Sorpresaaa

Le miro con cara inquisidora, esperando a que me diga más. A lo mejor si le presiono un poco, me lo acaba diciendo.

- Confía en tu guía personal

- Ese es el problema - le pico

- ¿Ah, si? - responde - Vale, vale. Me lo guardo.

Desayunamos rápido porque el señorito tenía prisa en irse. Sin mencionar que seguía con cara de "esta te la devuelvo más tarde".
Cogimos las cosas rápido y fuimos derechitos a la ciudad.

Leo me llevó primero a dar una vuelta por las calles para mirar el ambiente cotidiano de París, y después de estar un rato arrastrándolo de tienda en tienda para comprar recuerdos para todos (su pesadilla, ya que no paró de quejarse), llegamos al lugar donde comeríamos.

- ¿En serio hacía falta comprar esa pulsera para Rachel? ¡Si ya le cogiste antes un imán, una cartera y una diadema de Minnie!

- Nunca es suficiente - le dije

- Pues a mi no me cogiste nada.

- No sería sorpresa si lo vieses.

Comimos algunos platos típicos de Francia y unos crepes, y seguimos con la súper visita.
Llegamos a Notre Dame, la cual tenía bastantes ganas de ver.

A pesar de ser tan antigua, es preciosa.

- Ojalá nunca le pase nada - dije, pensando en voz alta.

- ¿Por qué iba a pasarle algo? - me respondió Leo

- No lo sé, pero sería una pena.

- Ya...

La tarde pasó bastante más rápido de lo que quisiese, pero es que la compañía de Leo hace que todo pase más rápido. Siempre que quería decir algo en francés, me preguntaba, y cuando lo decía bien, una expresión de orgullo aparecía en su cara. Es más mono...

Insistió en volver pronto al hotel, cenar y cambiarnos rápido porque decía que todavía tenía una sorpresa más para mí.

Y es que cuando por fin llegamos al lugar, me di cuenta de que estábamos ni más ni menos que en Moulan Rouge.

- ¿Qué hacemos aquí?

- Ver un espectáculo, ¿no es obvio?

- Aaawwww. Te quiero más...

Una sonrisilla se formó en su cara cuando dije eso, y algo dentro de mí se movió. No se como no me di cuenta antes de que me gustaba Leo, o de que yo le gustaba a él...

El espectáculo fue increíble, no tengo palabras para expresar cómo fue.

Solo se que cuando volvimos al hotel y nos dormimos, me salió solo abrazar a Leo.

Y dormí mejor que en toda mi vida.

Que pena que esta escapada no sea infinita.