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Encontrarse da miedo, pero en algún momento debe pasar.

Llegué a mi casa gritando como loca y obviamente esto alertó a mi tía la cual en un rápido movimiento se levantó y miró que fue lo que pasaba.

- ¿¡qué sucede!?, ¿¡todo bien Camila!? – mi tía preguntó con algo de desesperación ya que estaba medio dormida y no sabia muy bien lo que pasaba hasta que despertó del todo y entendió que habían sido gritos de emoción.

– anda, cuéntame que sucedió. – yo de tanta emoción no era capaz de hablar, pero una imagen contaba mas que mil palabras así que le mostré la baqueta de gusta, la que tomó cuando cayó rodando por el escenario. Mi tía Mia se me quedó mirando algo bastante confundida.

– ¿una baqueta?... al menos tienes la otra? – suspiré al ver que ella no entendió así que empecé a hablar con emoción que hasta por los ojos se me notaba.

– tía, esta no es cualquier baqueta… es la baqueta del baterista de Tokio hotel, ¡Gustav Schäfer! Realmente nunca me puse a detallar bien a los integrantes, pero él realmente es brillante, en una de las canciones cuando el concierto estaba por terminar se le fue de las manos y vi como rodó por el escenario…como si mágicamente fuera hacia mi – mi sonrisa era casi imposible de quitar de mi rostro pero ahora me entró la duda de ¿por qué fui la única fan que vio la baqueta caer?... era un poco extraño, había cientos de miles de personas a mi alrededor, pero fui yo quien vio esa baqueta caer y lo más raro es que iba hacia mi dirección.

– vaya si que tienes suerte, puedes conservarla como un gran regalo de cumpleaños…siento mucho cambiar de tema pero desarmar tu horario de sueño no es conveniente así que ve a dormir. – por un momento me sacó de mis pensamientos pero tiene razón, así que le di las buenas noches y me fui a mi habitación.

Aun tenia la baqueta en mis manos observándola detalladamente y decidí por fin dejarla en mi mesita de noche para poder cambiarme.

Solté un pequeño suspiro mientras comenzaba a quitarme la ropa que tenia puesta junto los zapatos y fue un gran alivio porque ya no los soportaba más, los tire a un lado y mire que pijamas tenia, agarre lo primero que tomo mi mano y era la tan dichosa camisa de los backyardigans; luego de cambiarme apague la luz y directamente fui a la cama casi que dejándome caer en ella.

A pesar de tener un día tan pesado no era capaz de dormir, era como si la baqueta la estuviera llamando, como si brillara en todo el cuarto oscuro, me dio un gran deja vu así que la tomé entre mis manos y cerré mis ojos por fin quedándome dormida.

Sorprendentemente volví a tener ese mismo sueño… solo que esta vez la baqueta no estaba en el suelo sino en mi mano…brillando; casi que al instante recordé lo que paso en el otro de estos sueños y con la mirada comencé a buscar a esa persona por todas partes, al encontrarlo fue como si él también hubiera sentido mi mirada y giró al instante…podía verle un poco mas la cara, solo que estaba muy borrosa y algo en su mano también brillaba….era… la  otra baqueta como en el otro sueño. – oe!, ¡usted! ...si, usted. No se haga el bobo que sé que me estás viendo. – ya no tenia tanto miedo como en el primer sueño… o eso creía hasta que vi como se giro del todo y empezó a venir hacia mí, parece que iba a pronunciar algo pero rápidamente me desperté agitada. Aún con la baqueta en mi mano, lo primero que escuche fue a mi tía gritar mi nombre, aún estaba aturdida pero si me demoraba sabia que el desayuno se me iba a enfriar.

Rápidamente me levante soltando la baqueta en mi mesita de noche y me pase las manos por la cara soltando un bostezo para bajar rápidamente al comedor para desayunar con mi tía la cual se veía raramente mas feliz de lo normal.

– ¿qué bicho te picó tía?, tienes una cara de que te estas atragantando con felicidad. – dije llevándome una arepa a la boca mientras la miraba, ella sabia cocinar arepas gracias a la receta que le di…. No es lo mismo claramente pero agradecía lo que hacia para no olvidar a mi querida Colombia.

– me llamaron de tu escuela, ¡dicen que ya no tendrás que cumplir jornadas tan extensas y te pueden dar conveniencia para obtener un trabajo de medio tiempo aquí en Alemania! – dijo mi tía bastante feliz por mi y yo como no me quede con la boca abierta procesando, tanto que casi se me cae la arepa.

– por fin, esperaba tanto eso, ya no tendré que pedirte dinero para comprar mis cosas y obvio, podré ayudarte con los gastos de la casa – dije contagiándome de la felicidad.

(2006)

Ya por fin más adelante pude a comenzar a comprar mis cosas como los CDs de Tokio hotel, ropa y cosas que me gusten gracias a mi trabajo de medio tiempo que era relativamente fácil. Atendía como cajera en un supermercado el cual la verdad era tranquilo e incluso a veces me llegaban cumplidos de los residentes sobre mi acento peculiar, otra ventaja de este lugar donde trabajo es que si sale una nueva revista de Tokio hotel seria la primera en tenerla y pues no duró mucho tiempo para enterarme que después de un buen tiempo mi banda favorita Tokio hotel volvía a la ciudad donde me encontraba; les juro que la emoción era tanta que hasta la señora con cara de culo la atendí con una sonrisa.

A pesar de que el anuncio salió hace un buen tiempo la fecha del concierto aun no llegaba, gracias a mi tía y los ahorros que tenía guardados pude comprar algo mejor que un boleto para el concierto, sino que también un pase para un meet and greet con los chicos de la banda, por fin vería más de cerca de Gustav…por fin volvería a verlo y a escuchar a la banda en vivo.

Tokio hotel's Pov.

ellos ya iban en el autobús camino a la ciudad conde sería el concierto. Bill había notado que Gustav después de que perdió una de sus baquetas favoritas se quedaba algo pensativo; mientras que Georg solo había notado algunas pesadillas constantes en su amigo Gustav, su habitación quedaba al lado de la de el entonces en algunas mañanas alcanza a escuchar cómo se levanta agitado.

– este viaje está algo aburrido, hagamos algo para entretenernos – dijo Tom mientras veía al resto de la banda girándose en sus asientos para acomodarse y dormir.

– son unos perezosos dormilones… – dijo haciendo un pequeño puchero mientras que Bill le tiró un skittle en toda la cara.

– cierra la boca que tu llevas roncando todo el camino… - dijo Bill refunfuñando.

Luego de unas horas de viaje por fin llegaron al hotel, ¿y como no? Cada uno se tiro a la cama de su habitación exhaustos; Gustav en su habitación soltó un suspiro mientras veía la baqueta que le quedaba en sus manos, justo en ese momento Georg toco la puerta de su habitación.

– oye, Gustav…puedo pasar? – dijo Georg.

– claro, pasa… - dijo Gustav soltando la baqueta en la mesita de noche de su habitación de hotel.

– oye, se que no has dormido bien… también se que esa es tu baqueta favorita y que te falta la otra pero no te puedes mortificar por eso - dijo Georg algo preocupado, era buen amigo en casos como este, Gustav solo se limitó a soltar un suspiro asi que Georg se sentó junto a su lado en la cama de la habitación… realmente le preocupaba su amigo.

– tengo un sueño muy seguido, es un lugar oscuro… yo tengo una de las baquetas y brilla, pero hay alguien mas en ese lugar… una chica, ella tiene la otra baqueta y la de esta también brilla… solo que no puedo ver su rostro y… habla en un idioma extraño que alguna vez escuche, por un lado. No sé qué hacer, es extraño… como si las baquetas nos conectaran, ¿sabes? – terminó por decirle a su amigo.

𝑼𝒏𝒂 𝒃𝒂𝒒𝒖𝒆𝒕𝒂 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒖𝒏 𝒉𝒊𝒍𝒐 𝒓𝒐𝒋𝒐 - Gustav Schäfer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora